Rurales | 04 May Luego de las excepcionales tasas de crecimiento registradas en el basalto durante el mes de enero, que fueron superiores un 20% al promedio histórico, en febrero y marzo el comportamiento de las pasturas naturales fueron iguales o levemente superiores, “por lo que vamos a entrar al invierno con pasto, aspecto fundamental para mantener el estado del ganado en esa estación”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Rómulo César.
El técnico del Instituto Plan Agropecuario para el departamento de Paysandú sostuvo que “se observa que desde diciembre se han registrado crecimientos muy buenos, que explican la presente situación forrajera de los predios en la región. La calidad de la pastura natural es de buena a muy buena, ya que no han ocurrido heladas tempranas”.
“No obstante lo anterior”, en el tradicional informe de situación para la regional Litoral Norte –Artigas, Salto y Paysandú-- se explicó que “en aquellos casos en que la carga es excesiva, la disponibilidad de forraje se está viendo resentida día a día, e inclusive se ven potreros con muy baja disponibilidad de forraje, lo que puede ser perjudicial para enfrentar el próximo invierno”.
En términos generales, los campos presentan “importante disponibilidad de forraje (en el entorno de 6-7 centímetros), lo que permite afirmar que se va a entrar al invierno con muy buena cantidad de forraje”.
El técnico sostuvo que según se aprecia a nivel de toda la regional, “luego de las abundantes precipitaciones ocurridas en diciembre, nuevamente en febrero hubo altos niveles de precipitaciones, con el agregado favorable de que el total de lluvias ocurrió en al menos cinco episodios a lo largo del mes”.
Agregó que en marzo “se registró una cantidad de días sin lluvias, pero cuando la situación comenzaba a generar cierto nerviosismo por parte de los productores, en los primeros días de abril volvió a llover”.
Respecto a las agudas, tanto naturales como artificiales, indicó que en toda la región se encuentran con buena capacidad de aporte de agua.
Pasturas mejoradas
En el caso de Lotus Rincón, el informe explica que “se están registrando altos niveles de germinación, proveniente del banco de semillas del suelo”. En general, las plantas “aún están pequeñas --aproximadamente 2 centímetros--, notándose una significativa diferencia en la densidad de plántulas, en aquellas situaciones en que se ha realizado un manejo del tapiz, tendiente a favorecer la entrada de luz, a los estratos inferiores del mismo”.
Sobre las pasturas artificiales (praderas), César sostiene que los cultivos de alfalfa “han tenido durante este período un comportamiento aceptable, registrando hasta un máximo de tres cortes para enfardado en el período de diciembre a abril, con rendimientos en el entorno de 6.000 kilos de materia seca (MS) enfardada por hectárea”.
En cuanto a los verdeos anuales, se comenzó la siembra de áreas importantes de verdeos anuales (avena y raigrás), fundamentalmente para los rubros más intensivos de producción (invernadas y tambos)”.
El informe del IP establece que la implantación en términos generales ha sido muy buena, y los problemas iniciales que comenzaban a registrarse en relación a ataques de pulgón han retrocedido debido a las lluvias ocurridas a comienzos del mes de abril.
Se observa además que en algunos casos se está comenzando el pastoreo en las chacras sembradas temprano, pero el mayor pastoreo se realizará a partir de la segunda quincena del mes en transcurso. Los verdeos de verano, fundamentalmente de sorgo forrajero, se encuentran en fin de ciclo, dando lugar a verdeos y praderas.
Reservas forrajeras
Teniendo en cuenta los cultivos de sorgo, se ha comenzado con la cosecha destinada a la realización de silo de grano húmedo. Los rendimientos en términos generales son buenos, pero no excepcionales: en términos promedio se ubican entre 5.000 y 5.500 kilos de grano húmedo.
Respecto a los cultivos de sorgo para grano seco, “aún no se ha comenzado su cosecha”, indica el informe.
cosecha
Los cultivos de soja en la última quincena, especialmente en Paysandú, han comenzado a cosecharse. “Los primeros resultados en cuanto a rendimiento confirman la expectativa general que se tenía por parte de productores y operadores agrícolas, ubicándose en promedio entre 2.500 y 2.800 kilos por hectárea, observándose una calidad buena”.
De todas maneras, se sostiene que “se han registrado problemas con la logística entorno a la cosecha”. En relación a este tema, la disponibilidad de camiones y la operativa en las plantas de acopio representan los principales “cuellos de botella” para esta zafra.
Ante esta situación, algunos productores han optado por “embolsar” el grano en la chacra, a la espera de que se normalicen los temas mencionados anteriormente. Cabe señalar que en la región existe una gran capacidad de trilla, producto del número y tecnología de los equipos que con tal fin operan en la zona.