Rurales | 05 May Las lluvias de la pasada semana, que en el departamento de Paysandú oscilaron entre 120 y 245 milímetros, retrasaron la cosecha de soja, estimándose que se podría entrar nuevamente a las chacras recién sobre mediados de semana, si el clima acompaña.
De todas maneras, el ánimo de quienes están trabajando en las chacras de la región es muy bueno, recogiéndose un volumen récord en la mayor superficie que se ha plantado de soja en la joven historia de un cultivo casi inexistente hace una docena de años. Tras una situación puntual de sequía en enero, con solo 44 milímetros verificados en Paysandú –de los 100 que marca el promedio para el primer mes del año--, el estado del tiempo colaboró y se han dado rindes satisfactorios, con destacada calidad en el grano, por lo que en al menos un millón de hectáreas se podrá obtener alrededor de tres millones de toneladas si el rinde país se sitúa en 3.000 kilos por hectárea, es decir muy por encima de lo logrado en la campaña precedente.
Lo mejor de todo es que este grano se ha comercializado o comercializará con un precio para elogiar: U$S 500 la tonelada o muy cerca, por lo que el negocio de un producto que se exporta en casi su totalidad globalmente se aproximará a los U$S 1.500 millones.
precio
En los primeros días de la semana hubo un fuerte volumen de negocios en soja cuando los precios llegaron a U$S 500 por tonelada. Los productores activaron las ventas ya con una idea más clara de la producción que cosecharán, pero sobre fines de la misma se verificó una nueva baja. Los futuros de referencia en Chicago han mantenido cierta firmeza debido a los muy ajustados niveles de oferta en Estados Unidos, aunque ya está tomando más ritmo la salida de la soja sudamericana. Por eso es que los productores que tenían menos volumen vendido cerraron negocios mientras los precios seguían firmes, hasta mediados de la semana anterior.
maíz
Este año se observarán varios récords en el cultivo de maíz en Uruguay, en producción, productividad, exportaciones y consumo interno. Comienza a ser cada vez más competitiva la industria avícola y la del cerdo, empiezan a viabilizarse los feedlots, y seguramente seguirá creciendo el riego como alternativa al alto precio de la tierra.
La cosecha puede llegar a 900.000 toneladas, una cifra que nunca se estuvo ni cerca de alcanzar y que viene dada por un aumento gradual pero persistente del área y por un salto en la productividad, sostiene un informe de Blasina y Asociados.
La suma de factores lleva a que el promedio de rendimiento de este año pueda situarse sobre los 7.000 kilos y eso generará una cosecha récord por lejos. Históricamente Uruguay produjo las 200.000 toneladas que constituían el consumo interno para los tambos, y el sector de cerdos y aves. El cultivo va creciendo y es posible que este año se cosechen unas 130.000 hectáreas con destino a grano seco. Si los promedios se mantienen en lo que va quedando por cosechar, los 7.000 kilos por hectárea significarán una producción récord de 900.000 toneladas, el doble de lo que es ya un abundante consumo interno.
Para los productores el precio de exportación ha resultado satisfactorio en la medida en que los rendimientos obtenidos han permitido una facturación amplia. La exportación ha ofrecido entre U$S 220 y U$S 250.
planes de uso de suelos
A partir de la próxima semana quedarán presentados los planes de suelos para quienes siembren más de 100 há. de trigo o cebada. Un cambio cualitativo para la agricultura, que traerá más hectáreas de maíz y sorgo en las rotaciones y más uso de coberturas con verdeos de invierno. En definitiva una mayor presencia de gramíneas.
Esto debe consolidar la tendencia ascendente en la superficie maicera, que suma una década de aumento persistente y gradual. No es el proceso explosivo de la soja, pero como la producción por hectárea del maíz es tres veces mayor que el de la oleaginosa, su efecto productivo es importante.
Uruguay sembró 40.000 hás. de maíz en 2002. Cosechará unas 130.000 este año. Además siembra una superficie igualmente importante de maíz que se destina a la alimentación animal como silo, sin entrar en el circuito comercial de grano.
Ese crecimiento seguirá con los planes de uso y se sumará al del sorgo, cereal que al igual que el maíz es componente de las raciones, tiene su precio vinculado al del maíz y es más rústico, resistente a la sequía y de menor costo. También tendrá un lugar creciente en las rotaciones.
La suma de la oferta de maíz y sorgo que irá en aumento será un factor de competitividad para la ganadería, la lechería, los cerdos y las aves, además de cumplir su función original de devolver más materia orgánica a los suelos.
siembra
Este episodio de precipitaciones registrado en los tres primeros días del mes de mayo asegurará buenas condiciones de humedad en los suelos para las primeras siembras de trigo que ya se están dando.
Las grandes empresas quieren asegurar una rápida implantación del cereal para poder cosechar a tiempo y sembrar en fecha la soja de segunda. Si bien los grupos más grandes son los que toman la delantera en la siembra, el mercado sigue relativamente frío entre los productores.