Rurales | 06 May La discrepancia entre los industriales y de los productores y consignatarios respecto a la decisión de cambiar el criterio para el pago del ganado que va a faena es clara: mientras los primeros entienden que afectará al mercado, los segundos sostienen que es acertada.
En su última reunión, la junta directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC) aprobó, con los votos de representantes del gobierno y las gremiales rurales --y la abstención de los representantes de los frigoríficos--, que el pago del ganado que va a faena se haga previo al recorte (dressing) que hacen las industrias a la res.
Para Carlos María Uriarte, vicepresidente de la Federación Rural y quien se perfila para suceder a Miguel Sanguinetti en la titularidad de la gremial, en el congreso a desarrollarse este mes en Melo, se definió modificar el lugar de pago dado que “según informes del INAC es prácticamente imposible llevar un buen control luego de la tercera balanza, por lo cual concluimos que lo que ocurriera luego de allí es un proceso industrial en el cual no intervenimos, y no tenemos que ver con cómo se ve afectados nuestro ganado”.
Especificó que “en momentos en que los márgenes se han reducido drásticamente, debido a los aumentos en los costos, no podemos soportar ninguna pérdida más”.
La iniciativa había sido presentada por la Federación Rural, ya que los productores estaban desconformes con que --dependiendo de la planta-- la diferencia entre tercera y cuarta balanza fuera de entre 5% y 11% menos, según estudios del INAC.
Previamente a la reunión definitoria, se llevaron adelante encuentros entre los privados para buscar una solución al tema, pero si bien estuvieron cerca de llegar a buen puerto, no pudieron materializarse en una fórmula que conformara a todas las partes.
A partir de la citada votación desde el INAC se enviará un proyecto al Poder Ejecutivo para que se implemente el decreto correspondiente.
Si bien desde este organismo se recomendará que el plazo para llevar este proceso a la práctica sea de 60 días, este tiempo podría variar, debido a su complejidad, según explicó el presidente del INAC, Luis Alfredo Fratti.
industriales
Tras la reunión, el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Alberto González, sostuvo que “esta decisión puede implicar una restricción a la forma de comercializar las haciendas y el hecho que se establezca una sola forma de hacer este tipo de negocios representa una limitante”.
“Siempre que uno va a vender algo busca la mejor opción, y para todos puede no ser la misma. Al limitar las posibilidades de comercialización, ésta probablemente se verá afectada”, explicó el industrial.
González había afirmado que “es una pena que las cosas tengan que realizarse de esta forma, forzando una decisión por el Poder Ejecutivo que tiene que ver con transacciones entre privados”.
comprensible
El vicepresidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), Alejandro Zambrano dijo a El País que la posición de los ganaderos de rechazar que las ventas se hagan en cuarta balanza, o sea post dressing, es comprensible, según el vicepresidente de la ACG. “Después de ese punto (la tercera balanza) la res entra en un proceso de industrialización que en el que, según la planta, y los negocios que se hagan posteriormente, lo que se le saca a la misma es muy variado”, afirmó.
“Está demostrado por números del propio INAC, que lo que se quita a los ejemplares entre tercera y cuarta balanza, según la planta, varía entre el 5% y el 11%. Estas diferencias no hacen lógico que los productores estén involucrados con estos rendimientos”, sostuvo Zambrano.