Locales | 06 May El director general de Obras de la Intendencia, Nicolás Olivera, afirmó a EL TELEGRAFO que “la planta asfáltica estará operativa dentro de 30 o 45 días”. La planta está paralizada desde hace unos tres meses, fue sometida a tareas de mantenimiento y ahora “estamos generando un stock de materiales, particularmente los tres tipos de piedras y el AC 20, que es el cemento asfáltico para la planta. Ya estamos en el último trecho de compras”.
Volúmenes chicos
“La planta se venía manejando con volúmenes chicos, y entendemos que para ponerla en funcionamiento tenemos que darle cierta continuidad, por lo que ahora estamos haciendo compras en cierto volumen para trabajar con buen rendimiento y de manera continua”, afirmó Olivera, quien además señaló que la planta “funciona con calentamiento de fuel oil y gasoil, y no se la puede prender día por medio, sino que hay que tener regularidad para poder lograr un buen rendimiento”.
Adelantó además que “a partir de la semana que viene va a haber algún movimiento de personal y de forma de trabajo, apuntando a un mejor funcionamiento”.
Hasta ahora, las calles se bachean con bitumen, lo que no tiene la misma calidad del asfalto, más allá de que “el bitumen aguantó bien la lluvia, ya que haciendo un buen trabajo queda bien”, dijo Olivera, comparando la tarea con la que se hace en la Ruta 90.
Reconoció que “hasta ahora hemos hecho bacheo, pero no queremos quedarnos solo con eso: hay que hacer calles. Una calle de carpeta asfáltica dura mucho más tiempo que una calle de bitumen”.
Tiene 17 años
La planta asfáltica, ubicada en Rodríguez Nolla entre Yapeyú y Ayuí, fue inaugurada en 1996, durante la segunda administración de Jorge Larrañaga, insumiendo un costo de 600.000 dólares, y contando con una capacidad de producción de hasta 40 metros cúbicos de asfalto (produjo más de 10.000 toneladas cuando se hizo la pista del aeropuerto Larre Borges), aunque en las últimas ocasiones en las que estuvo en funcionamiento apenas superó los 10 metros cúbicos. En noviembre de 2012 la Intendencia reconocía no poder llevar adelante el mantenimiento necesario, por lo que hizo un llamado a licitación al que se presentaron dos oferentes. Sin embargo, la licitación no prosperó y la planta sigue siendo administrada por la Intendencia, aunque prácticamente sin haber operado este año.
Hasta ahora la planta tiene cuatro funcionarios, que en los últimos tres meses han cumplido funciones de sereno.