Festejó después de 36 años

Deportes | 07 May Aguada venció a Defensor Sporting por 86 a 72 en el séptimo partido, puso la serie 4-3 y se coronó campeón de la décima edición de la Súper Liga Uruguaya de Básquetbol.
Desde el año 1976, épocas de torneo Federal, que el aguatero no conseguía un título a nivel del básquetbol mayor.
Anoche el equipo dirigido por Javier Espíndola se mostró siempre más atinado, superando la ausencia de Smith a quien sancionaron por cuatro partidos por agresión y quedó por lo tanto al margen.
Si bien Aguada bajó menos rebotes, y tuvo menor porcentaje de gol interno, de todas maneras, metiendo desde el perímetro y con un notable promedio de aciertos en los tiros libres, García Morales convirtió los 25 que ejecutó, superó aquellos inconvenientes y de manera especial en el cuarto final sacó ventajas difíciles de remontar, que Defensor Sporting pese a su empeño, no pudo contrarrestar. Los parciales fueron Aguada 17/12, iguales en 32, Aguada 55/54.
Muchos nervios al comienzo, un primer cuarto con escaso gol, y con pelotas perdidas por ambos lados.
Aguada siempre insinuaba más pero Defensor se las ingenió para terminar empatado el segundo parcial, incluso sacar luego 6 puntos y quedar solamente uno abajo en el cierre del tercero.
Los fusionados ponían puntos en la pintura donde Vázquez, incluso en ataque rápido, se hacía sentir. Apareció Castrillón para traer a su equipo encestando incluso desde el perímetro.
El regreso de Pablo Morales a la cancha le dio más firmeza a la ofensiva aguatera. Entre él y González pusieron triples oportunos, en tanto que García Morales cada vez que penetró o intentó el tiro exterior, recibió faltas. Y así en series de dos o tres tiros libres, García Morales puso todos los que ejecutó.
El inicio del último cuarto trajo el quiebre del partido. Aguada puso un 9-2 que resultó fundamental. Defensor Sporting fue perdiendo certeza en sus ofensivas, mientras que Aguada, ahora más sereno, hacía circular la pelota, hasta encontrar el tiro o recibir la falta personal, donde también Pablo Morales mostró aciertos. Se fue aproximando inexorablemente el final. El equipo violeta no se entregaba, pero ya Aguada controlaba el juego ante el fervor y aliento de su parcialidad. Por fin llegó la chicharra final de la mesa de control y Aguada en el séptimo juego encontró lo que buscaba desde hacía tantos años, el título de campeón. “Chapatín”