Locales | 07 May Con la presencia del presidente del directorio del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), Javier Salsamendi, se habilitó el nuevo hogar de amparo para adolescentes de 13 a 18 años que funciona en la modalidad de tiempo completo. Luego de largas gestiones, finalmente el organismo accedió al alquiler de un amplio inmueble ubicado en Ituzaingó 1308, donde las internas se encuentran alojadas desde noviembre pasado, bajo la dirección de María José Gallardo.
La Jefa Departamental del organismo, María Elizabeth Ipar, indicó que la residencia cuenta con salas destinadas a la maestra, para gimnasia y Taekwondo, un taller de manualidades y cocina que se desarrolla los sábados, además de los dormitorios, totalizando más de una decena de funcionarios.
En tanto, Salsamendi reconoció que el hogar anterior “era un lugar absolutamente indecente para trabajar”, ante la compleja realidad de un organismo “que el año que viene cumplirá 80 años”.
Las dificultades
El jerarca analizó que la institución atravesó largos períodos sin recibir “absolutamente ninguna inversión, con locales que en algunos casos son viejos e inadecuados y eso dificulta el trabajo de la gente y las posibilidades reales de hacer cosas con los niños o adolescentes. En este caso, finalmente se logró una casa que creemos es mucho más adecuada a lo que precisamos, pensando en lo que ha ocurrido” en Paysandú.
Salsamendi enfatizó que establecer orden y tranquilidad, posibilita el trabajo “con otra claridad, incluso en los objetivos, por eso esta inauguración es un motivo de enorme alegría”.
El titular del organismo que trabaja con la minoridad aseguró que aún existen problemas de gestión “y fue lo primero que dijimos cuando asumimos en 2010. En realidad, nos hemos concentrado fuertemente en el desarrollo de la primera infancia con los CAIF, centros diurnos y en materia de infractores”. En este último caso, recordó que en aquella fecha “teníamos 320 privados de la libertad, porque entraban y salían permanentemente. Hoy estamos superando largamente los 500 y por motivos de la nueva legislación aprobada en diciembre --que entró en vigencia en enero--, vamos a llegar a unos 700 privados de la libertad en Uruguay. Es un cambio muy grande en la realidad”, aseguró.
Asimismo, Salsamendi enumeró “problemas de infraestructura”, cuya solución de corte regional habilitaría a mejoras en Soriano “para los infractores y cautelares, fortaleciendo Salto para los casos de privación de cuidados familiares en adolescentes masculinos, que es uno de los déficit que todavía mantenemos en Paysandú, donde también se cerró por inadecuado el Hogar de Varones. Esos elementos están pendientes”.
En tal sentido, analizó la existencia de “una realidad compleja a nivel nacional, donde la familia ha cambiado y no nos hemos dado cuenta de lo que implica”.
En su opinión, “afortunadamente hay un nuevo rol de la mujer en la sociedad que ha venido cambiando en los últimos tiempos, quizás imperceptiblemente. Sin embargo, el cuidado de los niños se sigue adjudicando casi exclusivamente a la mujer”.
En cuanto a las situaciones de violencia, abuso y maltrato expresó que se ha aumentado la capacidad de denuncia. “Antes simplemente se escondían debajo de la cama, literalmente”, entonces, detectar “cada uno de esos casos requiere a su vez mejores esquemas y posibilidades”. Ante esta problemática real, indicó que Paysandú “sigue la regla nacional, donde ha mejorado sus indicadores en materia de pobreza e ingresos, pero hay que seguir trabajando mucho en el aspecto de la contención comunitaria y familiar de los niños y adolescentes”.