Locales | 13 May Se trata de un grupo de amigos, y por cierto muy especiales. Viven en Brasil, son fanáticos de los grandes autos estadounidenses de los años setenta, ochenta, y puede ser alguno de los noventa.
Claro está: el requisito impostergable es que sean propulsados por motores V8.
Algunos conducen grandes sedanes Ford, como Maverick, Galaxie, Landau; otros pilotean sus Dodge, como el Gran Sedán del ‘83. En fin, “carros grandes, así de grandes y con motor V8”.
Pues bien, una caravana integrada por varios de estos autos, procedente de Brasil, apareció por Paysandú. Llegaron en la noche, se fueron al día siguiente. La visión de los grandes sedanes estadounidenses en caravana, o reunidos en el lugar donde aparcaron en la noche y mañana siguiente, ya fueron motivos suficientes para que se arrimaran los curiosos, porque por año de fabricación y procedencia esos autos no son fáciles de visualizar por estos lados. Obviamente que el bramido de alguno de los poderosos V8 también le puso otro toque particular.
Este grupo partió desde las cercanías de Porto Alegre para cruzar la frontera y llegar por tercera vez a Uruguay.
El primer raid había tenido como destino a Montevideo y el segundo a Colonia. Esta nueva aventura tenía por objeto pasar por Melo y seguir rumbo al Litoral, llegar a Paysandú y Salto, para después seguir camino rumbo a la tierra hermana de Brasil.
Así entonces, conocieron más del Uruguay, disfrutaron de sus autos y se declararon fanáticos de los vehículos estadounidenses impulsados por lo potentes motores V8.
Sobre algunos de estos autos, de los cuales poseemos una información mayor, volveremos en cualquier momento.