Sistema Nacional de Cuidados

Locales | 20 May En el marco del proceso de creación de un Sistema Nacional de Cuidados, se instrumentará en Paysandú este año un plan piloto para la mejora de la calidad de los servicios de cuidado de personas adultas mayores, lo que involucra la provisión de cuidadores a domicilio y la puesta en funcionamiento de un centro diurno.
Se trata de la primera experiencia a nivel nacional, según informaron a EL TELEGRAFO Carlos Damico y Ricardo Fleitas, coordinadores territoriales del Mides en Paysandú.
En Uruguay actualmente no existe un Sistema Nacional de Cuidados sino un amplio conjunto de programas con bajo nivel de coordinación ofrecidos por el sector público y, en algunos casos, con la colaboración del tercer sector. Varios de estos programas operan en el departamento de Paysandú aunque existe, en opiniones de las asociaciones no estatales motivadas por la atención a esta problemática, una importante demanda insatisfecha. No existen, en la medida de las necesidades, dispositivos adecuados para la atención de personas no autoválidas, en particular aquellas pertenecientes a hogares de escasos recursos.
Entre las situaciones sociales calificadas como de especial vulnerabilidad, la Agenda Estratégica hacia un plan de desarrollo social departamental, consensuada entre numerosas organizaciones sociales y organismos convocados por el Mides a nivel departamental, incluye a las personas no autoválidas, sobre todo “aquellas pertenecientes a familias de escasos recursos que carecen de posibilidades de brindarle a estas personas los cuidados necesarios”. No existe en el departamento un hogar o centro de atención para estas situaciones.
PRIMERA EXPERIENCIA
EN EL PAÍS
Paysandú fue seleccionado para realizar la primera experiencia del Sistema Nacional de Cuidados dirigida a adultos mayores no autoválidos. Esto es fruto de un trabajo iniciado en 2010 con el relevamiento de la situación de los adultos mayores en casas de larga estadía, capacitación para cuidadores y la definición de un baremo.
“Iniciar este programa piloto requiere identificar las personas adultas mayores que están en situación de dependencia. Capacitar cuidadores y el desarrollo y aplicación de un baremo específico desarrollado para personas dependientes, que es diferente al de discapacidad. Hemos trabajado con la Universidad de la República en el desarrollo de ese baremo”, explicaron Damico y Fleitas.
Concretamente, el programa piloto seleccionará a diez adultos mayores con discapacidad severa y dependientes de terceros para su vida cotidiana, quienes serán atendidos en su casa por cuidadores capacitados, durante diez horas semanales en un sistema de atención parcial. “Esto requiere de acuerdos con la familia y el programa, y el objetivo es aliviar a la familia en el cuidado de esas personas, posibilitándoles un tiempo social, a la vez de incidir sobre la persona a cuidar”, dijeron.
Las personas a cuidar serán seleccionadas a partir de las bases de datos del BPS y ASSE, así como propuestas de organizaciones sociales, y la posterior aplicación del referido baremo, por lo que se seleccionarán “los diez con mayor necesidad”. “La medición seguirá porque hay que determinar el universo de personas con estas características y ver cómo se ajusta el baremo como parte del aprendizaje de esta experiencia piloto”, agregaron.
Por otra parte, se iniciará un centro diurno para personas con discapacidad severa y dependencia, por lo que se estudia la posibilidad de realizar un acuerdo con el Instituto Canadá para que pueda recibir a diez personas durante cuatro horas diarias de lunes a viernes.
“HAY ABANDONO Y VULNERACIÓN DE DERECHOS”
En el marco del trabajo realizado en Paysandú por el Mides y la Dirección Departamental de Salud respecto a adultos mayores como parte de un diagnóstico de la situación local con miras a la propuesta de un programa piloto, fueron relevadas 29 “casas de larga estadía”, que en conjunto atienden a 435 personas.
Según los responsables del Mides en Paysandú, el relevamiento valoró las condiciones de prestaciones de cuidados desde una concepción de derechos. “Nos preguntábamos en qué medida son vulnerados los derechos de esas personas. Encontramos tres categorías: unos que estaban bien, otros en un término medio donde había un esfuerzo por parte del prestador de servicio para mejorar la atención y brindar un trato humanitario y, por último otras situaciones donde había mucha vulneración de derechos de las personas”. “En estas situaciones hay también gran responsabilidad de las familias, que están ausentes. Se hace un abandono, un depósito de la persona”, expresaron.
“Esto hizo que nos cuestionáramos sobre esas situaciones y comenzáramos a buscar alternativas, en un escenario donde los dueños de las casas de larga estadía para adultos mayores cobran desde 18.000 a 4.000 pesos, con un promedio de 9.000 pesos por persona”, dijeron.
En tanto, el BPS investigó el costo de sostener un adulto mayor autoválido y se fijó en unos 16.000 pesos. “Desde el MSP, BPS y Mides presentamos este trabajo al MSP y Mides, decidiéndose iniciar una experiencia piloto en Paysandú. Inicialmente pensamos invertir en hogares sin fines de lucro para generar espacios para una larga estadía. No obstante, el Hogar de Ancianos de Guichón no aceptó trabajar en esta modalidad y los responsables del Hogar de Ancianos Enrique Chaplin no respondieron las llamadas realizadas por el ministerio y el propio ministro”, explicaron.
A partir de esa situación se generó una larga discusión respecto a “si queremos crear más centros donde se promueva el depósito de las personas o queremos fortalecer las situaciones familiares, donde el adulto mayor es valorado y tenido en cuenta más allá de las dolencias físicas y discapacidades”.
“Finalmente decidimos realizar el programa piloto apostando a los adultos mayores en situación de dependencia que aún están en el ámbito familiar”, puntualizaron.