Paysandú, Jueves 23 de Mayo de 2013
Locales | 20 May Una camioneta --o mejor, pick-up-- marca Studebaker del año 1951 comenzará dentro de unos días a ser objeto de una restauración total. La misma pertenece a Gerardo Sabio, y se encuentra con ese fin en el taller de Alvaro Toma, quien tendrá a su cargo la tarea de restauración.
Toma dijo al respecto que el comienzo del trabajo se ha demorado debido a que se pretende contar con todos los elementos que hacen al chasis, las suspensiones, frenos, y también el motor.
La idea es clara: armar la camioneta con la mayoría de los elementos originales, y en caso de no ser precisamente los correspondientes a la marca y modelo, algunos que puedan sustituirlos sin desmedro.
Lo mismo ocurre con el motor. En este caso puede ser una nueva planta motriz o alguna que tras la reparación quede en perfecto estado.
La camioneta será desarmada totalmente, los elementos como el chasis y demás partes repasados para comprobar que no registran fisuras o daños. Y lo mismo ocurrirá con la carrocería y sus componentes.
Se intenta hacer una restauración al máximo nivel, y de allí la búsqueda de elementos, explorando aquí y allá.
Las camionetas o pick-up Studebaker comenzaron a llegar a nuestro país en el año 1948, y varias de ellas tenían caja de madera. Andando 1951 fueron varias las que llegaron a Paysandú, casi todas dispuestas para 750 kilos de carga, aunque la que hoy presentamos tiene caja metálica.
El motor que equipaba a estas camionetas era de seis cilindros a nafta. Disponía de un habitáculo cómodo para ubicar a tres personas, su línea exterior de carrocería era compacta, ancha, y mostraba amplios guardabarros; en el caso de los traseros, por afuera de la caja y redondeados.
La camioneta está, y las ganas de comenzar también. Falta hacerse con el material o los elementos que se necesitan.
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