OPINIÓN

Locales | 26 May Canteros del Obelisco
Desde hace dos años los vecinos de avenida Entre Ríos entre Bolívar y avenida Salto, comenzamos a reunirnos e invitamos en alguna oportunidad a la división de la comisión de barriales de la IdP. Nos acompañaron en muchas de estas la señora Elvira Fernández y el señor Carlos Baptista, espacio donde expresamos nuestra gran preocupación por situaciones que se venían dando desde el año 2009 en la zona del cantero central sobre la calle Entre Ríos. La “calle, senda interna” hoy cerrada, siempre estuvo y era destinada al uso peatonal de adultos, jóvenes y niños; para ponerle un nombre: senda peatonal con todos los usos que eso implica. Haciendo historia, en la administración anterior y a solicitud de la empresa aseguradora Mapfre se retiraron los mojones que cerraban la misma, para realizar puntualmente ese fin de semana, la inspección técnica vehicular y publicidad de dicha empresa. Los mojones nunca más volvieron a ponerse donde estaban. A partir de ese momento esa calle que siempre había estado cerrada para los fines ya mencionados, comenzó a tener circulación de autos y motos en los canteros y en la misma calle, lo que se hizo una costumbre sin ningún control. Los vecinos en reiteradas ocasiones comunicaron a las autoridades correspondientes de los peligros que se estaban dando; para no hacer tan extensa esta carta enumeramos algunas de estas situaciones peligrosas. La movida desde el mes de octubre hasta el mes de marzo inclusive era los días jueves, viernes, sábados y domingos. Durante estos días circulaban en esos espacios entre 7 y 8 mil jóvenes, donde en ese punto se vendía alcohol (además del que portaba cada uno), sin tener en cuenta las edades de los consumidores, puesto que además se puede decir que era una “zona liberada” porque a pesar de las solicitudes de las distintas direcciones de la IdP, Policía e INAU, nunca fueron consecuentes ni efectivas las presencias de los mismos. A estos inconvenientes hay que sumarles los ruidos molestos y muy molestos ocasionados por picadas de autos y motos, por música con equipos de mucha potencia que superan los decibeles permitidos. El tránsito en la calle senda interna era rápido, desordenado y con picadas de motos y autos en un escenario que no era el más adecuado, puesto que había vehículos estacionados y gente caminando en esa calle. Se podría enumerar los varios incidentes de todo tipo que existieron en esta zona, de canteros, calle central, calle adyacente e incluso en casas particulares. Otra inquietud planteada por los vecinos fue preservar la viabilidad de colector industrial que pasa por el cantero, y que los técnicos en el tema entienden que la construcción de una plaza infantil como incluye el proyecto de recuperación de espacios verdes no pone en riesgo dicho colector. En cambio el tránsito por el cantero es de unos 4 mil vehículos por fin de semana con un peso no menor de 1.500 kilogramos cada uno y como su nombre lo dice, “cantero”, no implica lugar para tránsito de vehículos. Como lo mencionamos al principio, otro de los objetivos del planteo que venimos haciendo desde hace ya tiempo es la recuperación de espacios verdes y en esta instancia solicitamos la rápida intervención de las distintas direcciones de la IdP para lograr tales objetivos. Entendemos que el cierre de la “senda interna” forma parte del proyecto de recuperar estos espacios y urbanización de esta zona tan olvidada y diezmada por el mal uso de los mismo incluso teniendo en cuenta que es una zona muy concurrida por el Complejo Irene Sosa. Esta calle “senda interna” siempre estuvo habilitada solo para el uso peatonal, se abrió por una circunstancia puntual y nunca se cerró, quizá por omisión. Por este motivo es que solicitamos a la IdP que involucre a las diferentes direcciones para concretar a la brevedad lo que ya está planificado para esta zona. Siguen tres firmas