Paysandú, Lunes 27 de Mayo de 2013
Rurales | 26 May La suplementación preferencial de terneras Hereford y el entore a los 15 meses, es una alternativa bajo estudio para aumentar la productividad de la cría en suelos de basalto, según el trabajo presentado durante la Gira Hereford por parte de los técnicos integrantes del Programa Nacional de Investigación en Producción de Carne y Lana del INIA Tacuarembó.
Los profesionales sostienen que la productividad de los sistemas criadores depende de los kilogramos de terneros destetados por vaca entorada. La estacionalidad de los partos en nuestros sistemas criadores limita la producción de leche y la tasa de ganancia de los terneros pre-destete.
La suplementación preferencial del ternero (creep feeding) y el destete precoz se han utilizado como alternativas para aumentar la ganancia y el peso de los terneros. Sin embargo, no existen estudios que evalúen la edad al destete y el creep feeding sobre la productividad de los vientres en el largo plazo.
El trabajo exhibido la semana anterior en el INIA Glencoe, en el departamento de Paysandú, presentó información acerca del efecto del creep feeding sobre la eficiencia reproductiva de la vaca, y fundamentalmente el efecto de largo plazo en las terneras desde los dos meses de edad hasta su segundo entore, con dos años de edad.
Aclararon que el creep feeding no afecta la eficiencia reproductiva de las vacas, pero aumenta la tasa de ganancia y peso al destete de las terneras, promoviendo un adelanto en la manifestación de la pubertad. La menor edad en la pubertad se asocia con un mejor funcionamiento del eje somatotrófico y mayores concentraciones de progesterona, que determinan una preñez más temprana al entore de 13-15 meses. Terneras destetadas en forma precoz son más livianas al primer servicio y al parto, pero esto no afecta el desarrollo de los terneros, ni la producción de leche y la fertilidad de las vacas al segundo servicio.
Sin embargo, la progenie de vacas que reciben creep feeding es más liviana, sus dimensiones son menores al nacimiento y tiene tasas de ganancias menores, asociadas a la menor producción de leche de sus madres.
El creep feeding no tiene efectos de largo plazo en el segundo entore, que supera el 89% de preñez cuando las vacas son sometidas a altos planos nutricionales pre y post-parto. Por lo tanto, el uso de esta herramienta en terneras de reemplazo debe ser considerado evaluando en forma global las ventajas y desventajas que presenta en las diferentes etapas del ciclo productivo de las vacas de cría.
Los técnicos sostienen que la reducción de la edad de entore es un factor clave en la mejora de la eficiencia del sistema. Estos ejemplos son parte de la realidad de la ganadería moderna de Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos, donde una importante proporción de vaquillonas de remplazo tienen 15 meses al primer entore. Uruguay tiene un importante camino para recorrer en este sentido, particularmente en conocer las implicancias productivas y económicas de la reducción de la edad de entore a los 15 meses en nuestros rodeos de cría.
Creep Feeding (CF)
El creep feeding (CF) o suplementación exclusiva del ternero es una práctica muy antigua, que consiste en administrar suplementos nutricionales (concentrados) a terneros lactantes. La comida es administrada utilizando escamoteadores u otro tipo de barrera física que impida el ingreso de las vacas al área de suplementación. Sin embargo, los terneros tienen acceso sin restricciones a la leche maternal. La baja eficiencia reproductiva de los vientres (64%), determinada por la duración del anestro posparto y la elevada edad al primer entore, es la principal limitante de nuestros sistemas criadores. El manejo del amamantamiento y la nutrición pueden ser manipuladas para mejorar los indicadores de eficiencia reproductiva.
Impacto
Los profesionales remarcaron que el CF administrado entre los dos y los cinco meses de edad tiene un impacto positivo en la eficiencia reproductiva de las terneras de reemplazo, y ella se maximiza cuando se realiza un entore precoz, a los 13-15 meses de edad. Sin embargo, la menor producción de leche en la primera lactancia reduce el peso de los terneros al destete.
La administración de planos nutricionales adecuados durante el período pre y posparto determina que se logren buenos índices de preñez en el segundo servicio de las vacas. Por lo tanto, el uso de esta herramienta en terneras de reemplazo debe ser considerado evaluando en forma global las ventajas y desventajas que se presentan en las diferentes etapas del ciclo productivo de las vacas de cría. El INIA está investigando e identificando oportunidades y áreas de mejora en el uso de diferentes alternativas, para lograr el entore precoz de terneras en nuestras condiciones, y hacer disponible la información para aquellos productores que quieran recorrer este camino de mejora de la productividad e ingreso económico de sus sistemas de cría en condiciones semi extensivas.
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