Locales | 26 May No menos de un millón de dólares mensuales son retirados por ciudadanos argentinos desde los diferentes cajeros automáticos de Paysandú por medio de tarjetas de crédito emitidas en el vecino país, y seguramente se mantendrá por algunas semanas más.
Fuentes bancarias y de empresas que tienen estos cajeros, consultadas por EL TELEGRAFO, hicieron distintas estimaciones del movimiento que se registra en la máquinas, estableciéndose en términos generales que, comparado con 2012, este año se registró un aumento de los retiros de efectivo entre un 30% y un 50% según la institución. La mayoría fueron coincidentes en cuanto que los mayores montos fueron retirados entre los meses de marzo y abril, mientras que en estos días de mayo se notó una disminución de la cantidad de dinero que sustraído. Son varios los plásticos utilizados para efectivizar el dinero, pero la mayoría utiliza Visa y Mastercard, mientras que las demás figuran con menos asiduidad.
Quedaban vacíos
Si bien hay registros exactos de los retiros por el origen de la tarjeta, normalmente no se revisan en detalle por parte de las sucursales bancarias locales, lo que hace difícil estimar la cantidad de transacciones que se registran. Sin embargo, uno de los principales indicadores es la cantidad de dinero que se provee en cada cajero automático. Mientras que la mayoría de quienes prestan este servicio “cargan” una sola vez con unos 10.000 dólares diarios cada máquina y refuerzan los fines de semana, hay otros que disponen de más efectivo, llegándose --en un fin de semana largo-- a cargarse las máquinas de una institución con 60.000 dólares, de los que no quedaban ni rastros al abrir la máquina el martes siguiente. Una de las fuentes consultadas dijo que hubo algunos días en marzo y otros muchos en abril, que a media tarde (estando aún abierta la institución) solicitaban que se repusiera dinero en los cajeros, porque ya estaban vacíos.
Aunque eso no es tan frecuente en los últimos días, el retiro de dinero estadounidense sigue siendo importante para una plaza como la sanducera.
Hay también transacciones que se registran diariamente en miles de pesos uruguayos, pero de las consultas efectuadas no se pudo establecer qué porcentaje podría corresponder a tarjetas de crédito emitidas en Argentina, mientras que las casas de cambio no demuestran que se hayan registrado volúmenes fuera de lo común de venta de dólares.
Subió el “blue”
Mientras tanto, en Argentina el dólar paralelo o “blue” revirtió una tendencia bajista de diez días y subió a 8,80 pesos argentinos para la venta en la zona financiera de la ciudad de Buenos Aires, después de las medidas anunciadas por el gobierno argentino de limitar el retiro de dólares de los países vecinos a no más de U$S 100.
El dólar blue tuvo su valor máximo a principios de mayo con 10,45 pesos argentinos por dólar, prácticamente el doble que el valor oficial.
Ahora que se confirmó que los bancos limitarán las extracciones con tarjetas de crédito de moneda extranjera en el exterior --serán 100 dólares en Uruguay-- y no habrá tantos dólares en la vuelta, el valor aumentó.
Es que por imposición del Banco Central del vecino país, las entidades financieras que operan en Argentina dispusieron restringir las operaciones con plásticos conocidas como “adelantos en efectivo” y que motivaron que en las últimas semanas se vieran largas colas de argentinos frente a cajeros automáticos de Colonia y que también se registrara una “movida” en los bancos de Paysandú en busca de billetes estadounidenses.
Ayer, en el sector legal del cambio de moneda extranjera del vecino país, la divisa estadounidense se comercializó en pesos argentinos a $5,215 para la compra y a $5,27 modo vendedor, mientras el euro se cotizó a $6,79 y $6,97, respectivamente.
Cuál es el negocio
Para los argentinos, hay dos motivaciones principales para hacer el “juego” de levantar dólares en Uruguay y llevarlos a su país, más allá obviamente de la falta de confianza en el peso argentino. Según las consultas hechas por EL TELEGRAFO, están quienes ante la imposibilidad de comprar muchos dólares en su país por las restricciones del gobierno –es “ilegal” retener divisas en moneda extranjera--, utilizan sus ahorros comprando billetes estadounidenses en Uruguay para tener un respaldo en efectivo más seguro que el que le permite su sistema.
Por otra parte, están quienes teniendo un ingreso importante, optan por comprar los dólares en Uruguay para luego cambiarlos en el mercado paralelo de su país y ganar en la diferencia un porcentaje importante, en una especulación que le permite --por ese medio-- multiplicar sus pesos argentinos y por consiguiente abaratar las compras que hacen. O también pagar con esos pesos la factura de la tarjeta (que va con valor de dólar oficial) y seguir haciendo “la calesita”. Hasta ahora, la tarjeta de crédito, por esos adelantos en efectivo, le cobra al cliente una comisión e interés del 20%, pero como el dólar paralelo está entre un 50 y un 100% por encima del valor oficial, por cada transacción el usuario se queda con un buen porcentaje de ganancias. Este sistema de “negocios” seguramente seguirá durante algunas semanas, mientras las emisoras de las tarjetas de crédito efectivicen la limitación de un máximo de 100 dólares plástico.