Deportes | 05 Jun DEFENSOR 1 PEÑAROL 3
Escenario: Estadio Centenario. Arbitros: Martín Vázquez, Miguel Nievas y Nicolás Tarán.
Defensor: Martín Campaña, Emilio Zeballos, Mario Risso, Matías Malvino, Ramón Arias, Juan Carlos Amado (66′ Damián Luna), Andrés Fleurquín, Aníbal Hernández (57′ Felipe Gedoz), Giorgian De Arrascaeta, Maximiliano Callorda e Ignacio Risso (57′ Sebastián Taborda). DT: Tabaré Silva.
Peñarol: Enrique Bologna, Matías Aguirregaray, Alejandro González, Darío Rodríguez, Baltasar Silva, Marcel Novick (22′ Sebastián Píriz), Sebastián Cristóforo, Antonio Pacheco, Fabián Estoyanoff (87′ Jorge Zambrana), Mauro Fernández y Marcelo Zalayeta (78′ Juan Manuel Olivera). DT: Jorge Da Silva.
Goles: 27′, 37′ y 80′ Antonio Pacheco (el segundo de penal); 90′ Damián Luna.
Es fútbol y las sorpresas pueden ser muchas. Pero hubo lógica: Peñarol aparecía como claro favorito para quedarse con el Campeonato Uruguayo, corría con ventajas en el choque ante Defensor, y terminó por confirmarlo.
Los carboneros no quisieron arriesgar nada. Salieron a aplastar a un Defensor que estaba necesitado a vencer para forzar a dos finales para soñar con el título. Pero los violetas no encontraron salida.
Peñarol fue mejor. Mucho mejor. Y lo reflejó con ese 3 a 1 que permitió dar rienda suelta a la locura, y desatar los festejos en todo el país hasta altas horas de la madrugada.
Porque más allá de lo que podría esperarse, que quizás Defensor planteara batalla, los aurinegros no le dieron lugar a la reacción.
Y Pacheco fue el gran héroe de la noche. El capitán, el mismo que en el primer partido de la temporada sufrió una durísima fractura, y que no solo se recuperó sino que se ganó la titularidad. El mismo que anoche fue el gran protagonista, marcando el triplete con el que Peñarol selló definitivamente el Uruguayo a su favor.
Los aurinegros fueron más, de principio a fin. Jugaron bien el balón, le dieron velocidad al ataque y terminaron por desnortear a un equipo frío, que se mostró sorprendido y que, por primera vez en la temporada, fue totalmente superado por el rival de turno.
Una buena jugada entre Aguirregaray, Estoyanoff y Pacheco, terminó en el primer gol del “Tony”, cuando Peñarol ya merecía la apertura.
A esa altura daba la sensación de que, jugando como lo venía haciendo, a Defensor se le haría imposible frenar a un Peñarol iluminado. Pacheco siguió dándole alegría al equipo. Marcó el segundo de penal, luego de una mano de Malvino en el área violeta.
Ese festejo fue lapidario. Defensor intentó mantener la calma y volvió a la cancha con la misma oncena, pero siguió sin hacer pie en la cancha.
Tabaré Silva intentó con variantes porque el equipo seguía sin responder no solo en lo futbolístico, sino en lo anímico. Lo del violeta, sorpresivamente, fue demasiado poco para una final, al punto que mientras del otro lado de la cancha el golero Bologna apenas si contuvo un par de pelotas a lo largo del pleito, Martín Campaña terminó siendo la gran figura del equipo, evitando una caída más abultada.
A esa altura, solo era de esperar que Peñarol siguiera de largo.
Y a los 80’ apareció otra vez Pacheco, para definir frente a Campaña luego de que el ingresado Olivera abriera las piernas para dejar pasar el balón hacia los pies del capitán.
Lo que quedaba era festejar. Llegó el descuento de Luna, que terminó siendo una mera anécdota pero sirvió a la viola para marcar el del honor.
Peñarol, el campeón del Apertura y la tabla anual, no quiso saber nada de más partidos. Y lo liquidó rápido, quizás más de lo que se podía esperar. Pero llegó como favorito y cumplió. Vapuleó a un Defensor sin respuesta y coronó una noche soñada: campeón Uruguayo y con el “Tony”, el capitán, como abanderado.