Se definiría mañana

Locales | 06 Jun No está tomada aún por parte de la empresa Calmadón S.A. la decisión de dejar de operar en la carga de granos en el puerto de Paysandú, pero “las actuales condiciones no son las mejores”, dijo a EL TELEGRAFO el titular de la empresa Manuel Palacio, en referencia a una extrema burocracia por parte de la Administración Nacional de Puertos y las exigencias de los trabajadores eventuales --que integran la “bolsa” de trabajo-- de integrar personas de esa lista a la plantilla que la empresa ya tiene como permanentes en Paysandú.
Ayer los integrantes de la Comisión de Asuntos Laborales de la Junta Departamental fueron al puerto a conocer la realidad y escuchar directamente a los trabajadores y al jefe del puerto sanducero, el maquinista naval Daniel Fernández. La recorrida por las instalaciones que son utilizadas por la operadora portuaria sirvió para conocer más en detalle los demás problemas a los que se refirió Palacio.
secadora espera
Por ejemplo, que la secadora de granos que está depositada en el puerto para ser --ahora eventualmente-- armada debe acoplarse a uno de los depósitos donde se guardan los granos, y para esto ocuparía parte de la calle interna, que recibiría además ciertas modificaciones estructurales para colocar la máquina. Según el jefe del puerto, no fue presentado ningún proyecto profesional por la empresa que avale la construcción, ni tampoco una solicitud por escrito, por lo que la autoridad portuaria no autoriza la instalación.
Palacio dijo a EL TELEGRAFO que “eso lo habíamos hablado con el presidente de la ANP” (Administración Nacional de Puertos). Añadió que empezaron a tener “trabas del encargado de la ANP en Paysandú, y después hubo el problema y no pudimos instalar la secadora, cuando lo que deberíamos haber hecho es que si queremos darle prioridad al puerto de Paysandú, ponemos la secadora y después ponemos en orden. Instalate, empezá a trabajar y después regularizá todo. Yo pienso así, como estoy trabajando capaz que me equivoco”, comentó.
“No quiero hacer lo que me parezca en el puerto, sino que me den espacio y oxígeno para trabajar desarrollando los proyectos que tengo que van en beneficio del puerto de Paysandú”, aclaró. Además, “tengo los planos hechos por un ingeniero de Paysandú (dio el nombre) pero para qué voy a presentarlos si no sé si me voy a quedar”, argumentó.
Libertad de elegir
Sobre la lista de trabajadores eventuales que se ofrecen en el puerto, Palacio dijo que la Ley de Puertos 16.246 y los decretos 412 y 413 dan “a entender que las operadoras tienen libertad de elegir el personal con el cual va a trabajar, y para eso nos hace sacar la personería jurídica, el registro en el seguro y toda esa documentación. No estamos obligados a tomar de la bolsa de trabajo”.“Nuestra empresa tiene 70 empleados y tenemos en Mercedes, Dolores, Palmira y en Paysandú y no tenemos problemas, solo en Paysandú. A Nueva Palmira llevamos gente de Paysandú para formarla. Cuando nos radicamos en Paysandú, llevamos la gente que teníamos, no íbamos a buscar de otro lado”, detalló Palacio, quien añadió: “Gastamos un montón de plata acondicionando los galpones e invertimos en la secadora, una noria y otras cosas para instalarnos en el puerto”.En las primeras semanas de trabajo, se hizo solamente con el personal permanente de la empresa --todos sanduceros-- y sin tomar eventuales. El problema se dio cuando los delegados de la bolsa de trabajo exigieron que se tomaran obreros de su lista para los cargos que la empresa ocupaba en el puerto.
“Después vinieron a decirme que obligatoriamente tenía que tomarle gente de la bolsa de trabajo o me hacían un paro. Les dije que obligación no tengo, pero que tomaría cuando precise gente, y cuando hicieron el paro la semana pasada había gente de la bolsa trabajando. Pero ellos querían otra cosa, que sacara a la gente que yo tenía y pusiera la de ellos, y les dije que no porque era personal estable, y todos oriundos de Paysandú”, aseguró.
Dijo que “en ese momento de presión y cuando estábamos cargando la barcaza y para no perjudicar al cliente, negocié con ellos tres puestos de trabajo para la bolsa, hasta el término del trabajo. Pero yo podía hacer el trabajo con tres personas mías, así que tuve tres personas de más. Y los costos mandan”, afirmó. “Bajo esas condiciones de presión es bravo trabajar, no es el camino adecuado. Además toda la gente de la bolsa de trabajo estaba trabajando y fueron a buscar gente de afuera. Eso es algo irregular”, acotó.
Finalmente, el tema se negoció telefónicamente con el Sindicato Único del Puerto y Ramas Afines (Supra), y “me mandaron a la oficina de la ANP de Paysandú una nota con el arreglo temporal que hicimos hasta el último día de la operativa. Tomé la gente y terminamos de sacar el grano del galpón”.