Locales | 10 Jun El diputado colorado Walter Verri planteó en la Cámara de Diputados su preocupación por la situación de los asentamientos irregulares en la ciudad de Paysandú, y a la vez que reconoció que es una problemática que se arrastra desde hace décadas, con administraciones de todos los partidos, consideró que el ritmo de realojos no acompasa siquiera el crecimiento de estos asentamientos, por lo que se está muy lejos de poder lograr la erradicación de estos emplazamientos.
“Planteamos en la media hora previa de la cámara nuestra preocupación por el tema de los asentamientos en Paysandú, partiendo de un hecho muy positivo, como fue haber inaugurado recientemente por el intendente Bertil Bentos y el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, 20 realojos del barrio La Chapita. Pero nos preocupa, conociendo la realidad de Paysandú, que para poder realojar a 20 familias se tuvo que llegar a un proceso que se inició en 2004, que comenzó con la construcción de viviendas en 2009 y que culminó en 2013”, sostuvo Verri.
“Es decir que solamente entre el comienzo de la construcción y la entrega de las viviendas pasaron casi cinco años, lo que creemos que es un plazo excesivamente largo, y mucho más aún teniendo en cuenta que Paysandú tiene una problemática con relación a los asentamientos que amerita una atención inmediata”, precisó
“Y no decimos que no se esté haciendo, sino que al ritmo que se está haciendo ni siquiera podemos acompañar el crecimiento de esos asentamientos, lo cual nos preocupa. Hoy en Paysandú tenemos relevadas unas 1.500 viviendas en asentamientos en condiciones de precariedad, con más de 6.000 personas, y si tenemos en cuenta que la ciudad tiene alrededor de 90.000 habitantes, nos encontraremos con que un seis por ciento de la población vive en un asentamiento”, apuntó el legislador colorado.
Consideró que “cuando uno recorre esa zona encuentra de todo, hay algunos que quieren irse y otros que no; pero al ritmo que se está trabajando, si bien es bueno, es positivo y hay que reconocerlo, no alcanzaríamos siquiera a cubrir el crecimiento que tienen estos asentamientos”.
Observó además que “hay una afectación en la calidad de vida de estas personas que realmente no son las mejores y creo que entre la Intendencia, el Mides y el Ministerio de Vivienda, habría que instrumentar planes mucho más ambiciosos que permitan erradicar zonas y darle a estas personas viviendas dignas y decorosas, que creo que todos los gobiernos, tanto el departamental como el nacional, aspiramos a lo mismo” .
Puntualizó que “el asentamiento de La Chapita tiene más de 60 años de comenzar a formarse, y han pasado gobiernos de todos los colores por esta situación. Con esto no estamos diciendo que es una responsabilidad del gobierno de turno ni mucho menos, sino simplemente que el ritmo es insuficiente y que hay que comenzar a pensar en una solución mucho más amplia e integral que permita erradicarlos en tiempos más adecuados”.