Deportes | 08 Jun Tuvo fecha libre, pero se quedó hasta la madrugada esperando por los resultados del resto. A la vieja usanza. Porque tras una racha espantosamente negativa, la selección uruguaya de fútbol ya no depende de sí misma para seguir soñando con el Mundial 2014.
En la tarde de la víspera, los celestes vieron que Venezuela rescataba un punto en Bolivia. Y, dentro de todo, no fue tan malo. Observaron a Chile ganándole de visita a Paraguay, y sacando cuentas era algo bastante lógico teniendo en cuenta la realidad de los guaraníes. Después de todo, trasandinos y venezolanos todavía tienen que quitarse puntos entre ambos, y deben cumplir con una fecha libre.
Más tarde, ya en la madrugada, Perú dio el batacazo más allá de jugar en casa, le ganó e Ecuador y se permite soñar.
Todos en el Complejo “Uruguay Celeste” se fueron a acostar sabiendo que la Celeste había caído a la séptima posición en las eliminatorias, y que el martes, más que nunca, Uruguay tiene la obligación de ganar o ganar en su visita a Venezuela.
Con esa confirmación tatuada en la cabeza la selección volverá a entrenar en la jornada de hoy. Y el técnico Oscar Tabárez volverá a trabajar en el aspecto táctico para jugar por anticipado el partido a los vinotinto, sacarse todas las dudas y comenzar a confirmar el equipo que será titular en Puerto Ordaz.
En la víspera, por lo pronto, el técnico probó. Y sorprendió a muchos con algunas variantes impensadas --más allá de algún rendimiento--, sacando de la oncena titular a Diego Lugano, Nicolás Lodeiro y Diego Pérez, alejándose de la idea que mostró en el amistoso ante Francia.
Ayer, Tabárez ordenó un nuevo trabajo táctico con Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Andrés Scotti, Diego Godín, Martín Cáceres; Walter Gargano, Sebastián Eguren, Álvaro Pereira; Gastón Ramírez; Edinson Cavani y Diego Forlán.
¿Cuánto de real puede ser pensando en el equipo que será titular el martes? Lo sabe solo el entrenador. Lo único que parece asegurado de ese equipo que probó en la víspera es la dupla ofensiva, teniendo en cuenta la ausencia de Luis Suárez por suspensión.
Parece difícil que Tabárez saque a Lugano, más allá de que el capitán hace rato que no pasa por el mejor momento, y Diego Pérez es número puesto, más todavía ante la ausencia de Arévalo Ríos.
Hoy podría comenzar a mostrarse, a plasmarse en la cancha, la idea del técnico. Y mañana será tiempo de realizar el último movimiento en suelo uruguayo, para luego subirse al avión que trasladará a la delegación celeste a Puerto Ordaz.
Tabárez y los suyos sacan cuentas. Los partidos de ayer por las eliminatorias dejaron a Uruguay más complicado, sin que la suerte corriera de su lado.
Pero saben que, más allá de lo que hagan los demás, Uruguay tiene que ganar. De nada sirve que se vea favorecido por otros resultados si no logra ganar.
La necesidad pasa por cortar una malísima racha, de levantar el rendimiento futbolístico. Y eso es lo que despierta más dudas pensando en el futuro.
Por eso el técnico intentará otra fórmula, sacar conclusiones, porque a esta altura no queda otra que jugarse todo por el todo. Y después esperar que alguna otra selección le de una mano.