Deportes | 10 Jun La selección uruguaya de fútbol ya está en Puerto Ordaz, donde hoy realizará el último entrenamiento previo de cara al partido que mañana deberá afrontar ante Venezuela, sabiendo que sí o sí necesita de los tres puntos en juego.
Los celestes viajaron tras el movimiento realizado temprano en la mañana en el complejo deportivo de la AUF, donde el técnico Oscar Tabárez ordenó una práctica que le sirvió para ir definiendo el equipo que saldrá mañana en búsqueda de la victoria, teniendo en claro que no se trata de un partido más por las eliminatorias, sino una verdadera final pensando en sus aspiraciones mundialistas.
Si la situación celeste ya de por sí es complicada, producto de sus propios errores y de haber dejado puntos de manera poco creíble por el camino, Uruguay se enfrenta a otro dilema: cómo ganar sin Luis Suárez.
El delantero (al igual que Egidio Arévalo Ríos) no será de la partida por suspensión, lo que despierta un manto de dudas en cuanto a las posibilidades celestes. Sin ir más lejos, Tabárez quiso aprovechar el partido amistoso ante Francia para plasmar un equipo que no fuera Suárez-dependiente, pero resultó ser que lo mejor de Uruguay estuvo cuando el delantero del Liverpool saltó a la cancha. Y, de yapa, fue quien anotó el único gol del partido.
Hasta ahora, sin Suárez en la cancha, sea en torneo que sea, Uruguay no pudo ganar. Pero, más allá de ese dato, está claro que la ausencia del delantero no solo la siente la Celeste, sino el rival. Aunque, eso sí, de manera diferente: mientras a Uruguay le complicará la vida, a Venezuela le sacan un peso enorme de encima. La receta para jugar ante los vinotinto sin Suárez no está definida. Y, si se confirma lo trabajado en el Complejo “Uruguay Celeste”, tampoco tendrá demasiadas sorpresas. El equipo, que seguramente se confirmará minutos antes del choque de mañana, formaría con Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres; Diego Pérez, Walter Gargano, Cristian Rodríguez, Gastón Ramírez; Diego Forlán y Edinson Cavani. Uruguay viajó con la urgente necesidad de volver a ganar, sabiendo que no tiene más margen de error por delante. “Estamos en una situación que necesitamos urgentemente descontar y eso significa ganar este partido. Es una final, pero es posible”, confimó Tabárez minutos antes de subirse al avión que trasladó a la delegación celeste a Puerto Ordaz.
Más allá de que los resultados de la etapa anterior de las eliminatorias no favorecieron a los celestes, el técnico dijo que quedan “cinco partidos frente a equipos que van arriba nuestro, y de a uno lo vamos a ir encarando”. La apuesta no solo pasará por ganar o ganar mañana, sino también por levantar el pobre nivel de juego de los últimos partidos, para poder mirar con un poco más de optimismo lo que se viene.