Locales | 14 Jun El diputado nacionalista Pablo Abdala, uno de los principales impulsores de la recolección de firmas para el pronunciamiento de la ciudadanía el próximo 23 de junio que habilite un referéndum contra la Ley de Interrupción voluntaria del embarazo, se reunió en Paysandú con los dirigentes locales para promover la mencionada instancia.
El legislador reconoció que “es un tema al que hay que aproximarse con mucha tolerancia, sin descalificar a la posición contraria” y en el cual “la educación e instalación de políticas orientadas a la prevención son de mediano y largo plazo que no darán resultados en lo inmediato. Lamentablemente siempre hablamos que hay que mejorar la educación, pero después se hace poco y lo vemos en la educación formal, o asociada a la sexualidad y en las relaciones laborales. Me da la impresión que hablamos mucho y hacemos poco”.
En tal sentido, Abdala propuso “una serie de medidas legislativas, que tienen relación con la revisión de la ley de 1938 en los términos de las hipótesis, en la que por razones de excepcionalidad, se justifica o legaliza la interrupción de un embarazo” y se trata de “penuria económica, violación y riesgo de vida. Un aspecto polémico son las malformaciones. Soy católico pero trato de pensar con cabeza propia y al tema hay que ponerlo en debate”, aseguró.
El legislador blanco recordó sus discusiones “con representantes del Frente Amplio que indican que, a pesar de todo, con esta ley han logrado que desistan de abortar un 20% de las mujeres que consultaron. Me parece un pobre resultado”, y señaló la necesidad de “trabajar para que desistan el 80% y no el 20%”.
Según Abdala, “eso pasa por poner recursos materiales y técnicos, como ginecólogos, psicólgos y asistentes sociales en una lógica distinta; no para ayudar a que el aborto impacte lo menos posible, sino para que la maternidad siga su curso”.
Adopción y recursos
Este último aspecto “debe ir de la mano con la adopción. A la mujer hay que mostrarle diversos caminos desde las 12 semanas y eso implica asistencia económica” y reflexionó que “se encuentra en debate la suspensión del beneficio de las Asignaciones Familiares, mientras pagamos entre 500 y 600 mil asignaciones por el plan de equidad, que me parece bien”.
El diputado abogó por “pagar algunas más para las madres que desde el momento de la concepción se ven atormentadas por una razón económica”, y sumar la “asistencia legal, el reconocimiento de la paternidad o la pensión alimenticia”.
Según el representante nacional “la legalización no tiene efectos mágicos y no solucionaremos la clandestinidad ni bajaremos los abortos”.
En este aspecto, criticó las informaciones que indican la realización de 33.000 abortos al año, “cuando los hechos demuestran que no es así porque esa cifra indicaría 84 abortos por día”, a la vez de referirse a la decisión del subsecretario del Ministerio de Salud Pública, Leonel Briozzo, de “mantener las cifras en secreto pero ahora dice que se brindarán en los primeros días de julio”. No obstante, “en algún momento se le escapó que habría unos 200 o 300 por mes”, resaltó.
Otro argumento esgrimido por el oficialismo es que “si no existiera esta ley, las mujeres se morirían todos los días. Estuve en el debate donde participó Justo Alonso --uno de los ginecólogos más reconocidos del Uruguay-- y dijo que los avances logrados en prevención de abortos consentidos son enormes. En los últimos cinco años murió una mujer”, recordó.
El diputado se manifestó a favor de despenalizar el aborto, pero considero esta ley no es adecuada. “Me parece que lo que ha fomentado la recolección de las firmas es la construcción del consenso social y político, porque estos temas requieren legitimidad formal y material. Acá no vale una mayoría como la que se dio en el Parlamento, que ni siquiera se logró con los titulares, porque varios pidieron licencia para que ingresaran sus suplentes y algunos votaron por disciplina partidaria. Esa mayoría refleja la opinión de la sociedad”, enfatizó.
Finalmente, consultado en cuanto a si conoce mujeres que hayan adoptado la decisión de interrumpir su embarazo, Abdala respondió que sabe de “algunos casos” que “no se encuentran” en su entorno cercano y ante quienes no ha cambiado su opinión personal “en absoluto”.
En tal caso, consignó que este tema está rodeado de “mucha hipocresía”.
Encuesta de Cifra
El 46% de los uruguayos está a favor de mantener la ley que despenaliza el aborto, el 38% está en contra y el 16% no emitió opinión, según la última encuesta divulgada por la empresa Cifra en Telemundo.
A fines de abril, el 44% se pronunciaba a favor de la iniciativa y un 46%, lo hacía en contra. Es decir, el cambio mayor se da en que disminuye la oposición a la ley. Por otra parte, ante la pregunta: ¿irá a votar el 23 de junio para que haya un referéndum?, el 45% sostuvo que no votará, el 40% que sí irá y el 11% que “probablemente” irá.