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Paysandú, Lunes 24 de Junio de 2013

En Artigas “quieren expropiar tierra del hijo del fundador de ALUR”, dijo Noriega

Rurales | 22 Jun La posibilidad de expropiación de la tierra del hijo del fundador de ALUR, Alfredo Mones Quintela, ha generado malestar en productores del departamento de Artigas. “El problema está en los mandos medios, que no alimentan con información correcta y lleva al directorio a tomar decisiones que no son las acertadas”, denunció a EL TELEGRAFO el maestro Marcelo Noriega. El educacionista sanducero explicó que en Bella Unión “hay un predio de 250 hectáreas que era del fundador de lo que hoy es ALUR, perteneciente a Alfredo Mones Quintela, y que quedó para su hijo Diego”. Sostuvo que la zona es estratégica “porque el arroyo Itacumbú, que pasa por abajo, tiene la cuenca más baja que el río Uruguay, por lo que es imposible que quede sin agua. Mones Quintela siempre pretendió hacer una toma de agua para poder regar hasta 2.000 o 3.000 hectáreas más abajo de su tierra, beneficiando a otros productores --hoy colonos--”, dijo Noriega.
“Alentado por el ingeniero agrónomo José Luis Cassanello, encargado interino de la gerencia de la División Planificación de la Colonización, Pedro Da Cruz, yerno de Diego Mones, y con un mandato general del propietario de tierras, se presenta ante el directorio del Instituto Nacional de Colonización (INC) acompañado por el alcalde de Bella Unión y de un concejal, ofreciéndole al ingeniero agrónomo Pedro Berterreche, presidente del INC, 100 hectáreas de su campo para afincar a cuatro familias, porque con 25 hectáreas de caña hay un ingreso considerable; más la posibilidad de usar los canales que ya están hechos, y que van desde el Itacumbú y posibilitan regar más de 2.000 hectáreas fuera del predio”, indicó.
Según Noriega, Da Cruz solicitaba a cambio “una fracción del instituto, porque este muchacho no tiene campo y quedó segundo dos veces en diferentes selecciones. Dado que eso beneficiaba a 60 familias que tendrían la posibilidad de que el agua pasara por su campo, el INC le ofrece la fracción 14, que el ingeniero Rodríguez --hoy en la regional Guichón-- señala a Casanello que es la única disponible”.
Noriega, quien tiene un poder de Da Cruz para realizar las negociaciones y el asesoramiento, relató: “Cuando en Montevideo le ofrecen la fracción 14, mi amigo les dice que no le sirve, porque tenía problemas de aguada, los campos no son buenos y eso el INC lo sabe porque tiene técnicos”. La respuesta fue: “Usted negocia con nosotros o expropiamos. Esto transcurre en un lapso de abril del año pasado hasta octubre, que es cuando mi amigo se encuentra con el fantasma de la expropiación. Eso le molestó porque había ido de buena fe a ofrecer: una represa, los canales y la posibilidad de hacer la toma”.
“Les dije que si querían expropiar estábamos prontos, pero pasarían siete años en los tribunales; la gente va a pasar siete años sin agua, y la posibilidad de hacer un puente para ALUR que abarate los costos en U$S 700.000 anuales van a demorar siete años”, acotó Noriega.
A partir de ahí comienza una serie de viajes del vicepresidente del INC, que va a conocer la realidad de la zona y vuelve a Montevideo, en donde el instituto no emite ninguna resolución que diga expropiación.
“En estos viajes Julio Cardozo hace una muy buena negociación, que termina en una reunión de la que participa él, María Nilsa Pérez y Julio Roquero, representante de los productores”, dijo.
Luego de ese encuentro, “se decide que debido a la amenaza de expropiación y de esa falta de respeto se termina el negocio. Lo único que ahora se ofrecía, eran los canales, la toma de agua y el uso de la represa, porque sobre la taipa de la represa de 28 hectáreas de espejo, pasaban los caños para regar represa abajo y con la que se beneficiaban los colonos”.
Recordó que el 27 de diciembre, “el directorio del INC sacó una resolución en donde se le encomienda a la parte notarial del instituto, y a la Dirección de Planificación y Desarrollo de colonias, dirigido por Casanello, crear las condiciones de viabilidad para hacer un comodato”.
“Mi amigo, del cual yo tengo poder”, subrayó Noriega, “cedía el usufructo del campo para hacer una toma de agua que es la mejor de la zona, el uso de los canales, el pase del agua por arriba de la represa para llevar el agua por cañería o canal. Cedía todo eso a cambio de una fracción ubicada en tal lugar, que sí le servía a este productor. Beneficiaba a 60 familias a cambio de cambiar de fracción”. Aclarando que “él ocupaba una fracción pagando la renta como cualquier colono”.
problemas
En abril de este año, “el productor llama al director Cardozo para saber qué sucedía. Este le dice que llamó a la escribanía, en donde le indicaron que había problemas con los padrones de Diego Mones. Entonces yo me pregunto: ¿cómo va a ver problemas con los padrones, si están correctamente numerados desde el 27 de diciembre?”, indicó Noriega. Debido a esto “viajamos a Montevideo y tuvimos una semana. Llegamos el lunes y mantuvimos una reunión entre la escribana de Pedro Da Cruz, la del INC y Cardozo en donde nos dicen que los padrones estaban mal. Allí fuimos hasta Catastro y el INC tenía la información correcta con los padrones correctos, pedido por la regional Artigas desde el 4 de enero”. “Si esto es así, porque en mayo no se sabía quién era el dueño, ¿quién mezcló todos esos padrones que en el registro salía claramente?”, se pregunta.
“Esa mañana que nos reunimos con Casanello, nos dice que lamentablemente el doctor Cardozo no estaba en Montevideo, y que dejáramos que él se encargaría de hablar con Julio Domínguez, que era el gerente general, y con Cardozo. El hecho particular es que a Cardozo lo habíamos saludado minutos antes de entrar”, recordó. “Cuando nos ve, Casanello queda blanco, porque nos había dicho que Cardozo no estaba. No quiso entrar con nosotros cuando estaba mandatado por el directorio para crear las condiciones para un comodato que beneficiaba a 60 personas”, precisó.
negocio
“Luego, a raíz de las preguntas que nos hace Cardozo, nos damos cuenta que le dijo Casanello. Cardozo nos pregunta si había cambiado el negocio, a lo que obviamente les habíamos dicho que no, y que cuando lo hablamos estaba él, Pérez y Roquero”, afirmó Noriega, quien entiende que “Casanello quería la represa de 28 hectáreas, y en realidad el valor está en la taipa. Casanello había puesto como objeciones técnicas que se negó a decirlas a nosotros, porque quería la represa de 100 hectáreas”.
“Hicimos el comodato con la escribana de Pedro Da Cruz y lo llevamos al instituto. Ahí no lo aceptan porque había objeciones técnicas, y hace cinco meses que el ingeniero había sido mandatado para hacer el comodato y hace un año que el ingeniero había provocado todo el interés de Da Cruz y el directorio en esa propuesta”. “¿Qué está pasando que la resolución del 27 de diciembre tiene los padrones correctos y en mayo se nos dice que no se sabe quiénes son los dueños? ¿Qué está pasando que en la última reunión del directorio comparece la escribana y dice que la documentación de mi representado es correcta?”, pregunta.
Sostuvo que no puede haber confusiones de padrones, “cuando en mayo el agrimensor hace los planos de diciembre y son correctos. Acá está pasando algo que el INC tiene que investigar, y si el INC no lo hace, después de ver el expediente que es público, estoy preparando 27 preguntas que el instituto debe contestar, porque se está perjudicando a 60 familias”, dijo Noriega.


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