Locales | 24 Jun Totalmente restaurado, muy bien presentado, se ofrece a la vista un automóvil Chevrolet Phaeton fabricado en el año 1929 e impulsado por el motor de seis cilindros en línea. Precisamente la División Chevrolet de la General Motors, luchando por aquellos años con la gran competencia que proponía Ford y sus exitosos modelos, construyó el motor de seis cilindros en línea para equipar varias de su versiones.
Un motor muy resistente, sólido, que otorgó sin dudas muy buenos dividendos a la compañía.
Este Chevrolet que hoy presentamos está desde sus tiempos de cero kilómetro en Paysandú. Pertenece actualmente a Ramiro Cabrera, que viene a ser --en la escala histórica-- su cuarto dueño.
Nos comentaba Cabrera, precisamente, que en sus dos primeros años este Chevrolet perteneció a la Barraca Americana. Andando el año 1931, lo adquirió un constructor de apellido Futen.
Andando el tiempo, el Chevrolet, que había quedado en la sucesión de Futen, fue vendido a un suizo que estuvo unos años en Paysandú. El auto fue restaurado completamente y hacia el año 2000 quedó guardado en el taller de un señor Bottino.
Ahora este “chivo” pertenece a Cabrera, quien lo mantiene en perfectas condiciones de conservación, tanto en lo estético como en la mecánica.
Pintado en color azul, este cuatro puertas, con la capota recogida sobre el asiento trasero, con ruedas enterizas --o sea, de disco--, es obviamente un referente de una marca que por aquellos años exportó muchas unidades al Río de la Plata, compitiendo vivamente con Ford en las preferencias del público.