Deportes | 21 Jun Uruguay tenía que ganar y ganó. Con la zoga al cuello y con la obligación de ganar los tres puntos, la Celeste se mentalizó que tenía que quedarse con la victoria y lo hizo. Eso sí: fue como lo marca la historia, sufriendo, metidos atrás, no dando una pelota por perdida y jugando de contragolpe.
Con Diego Forlán en uno de sus mejores partidos en los últimos tiempos, la Celeste logró ganarle a Nigeria por 2 a 1, por la segunda fecha del Grupo B de las Copa de las Confederaciones. Era el rival a vencer y se lo venció. Mentalizados desde el primer minuto, Uruguay salió con todo, con buen toque de balón y metiendo a los africanos en campo propio, casi sin dejarlos pensar.
Tanto es así, que el reloj no había dado su primera vuelta, cuando a Cristian Rodríguez le quedó una pelota boyando y de afuera del área exigió a fondo al arquero nigeriano. Maximiliano Pereira trepaba por la derecha, mientras el “Cebolla” lo hacía por izquierda y Forlán manejaba los hilos del partido.
Pero ese buen juego de los dirigidos por Oscar Tabárez duró tan solo 10’, cuando fue el primer remate al arco de Nigeria. Dos minutos más tarde, desde un tiro libre se vio lo más peligroso de los africanos. A Muslera se le escapó la pelota y casi se cuela por debajo del brazo del golero uruguayo. Fue simplemente un aviso. Uruguay se acordó de tener la pelota y atacar. Y fue luego de un tiro de esquina que la pelota le quedó a Forlán, quien envío el centro rastrero que Cavani no pudo conectar y detrás estaba Lugano para empujar la pelota y desatar el festejo uruguayo cuando iban 19’.
La Celeste, que había comenzado jugando con una línea de tres en el fondo, pasó a jugar con cuatro, y fue ahí cuando nuevamente los dirigidos por Tabárez cedieron el balón.
Los nigerianos comenzaron a mover la pelota y, en base a velocidad y buen toque, llegaron a la igualdad. A los 37’ Obi Mikel, tras una gran pasividad defensiva de Uruguay, anotó el empate luego de un gran enganche dentro del área que dejó parado al capitán uruguayo, y sin capacidad de reacción a Muslera.
Y Nigeria tuvo para darle el golpe final a Uruguay, pero Musa se lo perdió en una oportunidad y Muslera la salvó en otra.
El segundo tiempo fue prácticamente un monólogo de los nigerianos, que tuvieron la pelota, pero nunca llegaron con demasiado peligro sobre el arco uruguayo. Iban 6 minutos de la segunda mitad cuando Suárez robó la pelota, se la pasó a Cavani y éste de primera se la tocó a Forlán que apuntó, midió y metió un certero zurdazo que se colocó en el ángulo superior derecho del arquero africano. Festejo y pico para Uruguay, no solo porque “Cachavacha” volvió a ser el máximo anotador de la selección en su partido número 100 con la Celeste, sino que Uruguay volvió a ganar en tranquilidad.
Aunque esa tranquilidad no duró mucho, porque los dirigidos por Tabárez volvieron a abroquelarse en el fondo, pero sin poderío ofensivo. Forlán pasó a jugar prácticamente de volante al igual que Cavani, quedando Suárez muy solo arriba. Y Uruguay se limitó a eso, a tirar pelotazos para ver lo que podía hacer “Lucho” arriba.
El “Mono” Pereira salvó el empate nigeriano y Cavani se perdió aumentar diferencias en dos oportunidades. En los últimos 15 minutos Nigeria tomó el control definitivo de la pelota, más aún cuando Tabárez sacó a Suárez y puso a Coates, realizando un cambio totalmente defensivo. Y sobre el final, la Celeste salvó lo que podría haber sido el empate africano y comenzar a despedirse del torneo.
Pero Uruguay ganó, tuvo momentos de buen fútbol y otros en los que se defendió demasiado. La Celeste volvió a demostrar solidaridad en todas las líneas y se acercó a las semifinales de la Copa de las Confederaciones, aunque todavía deberá ganarle el domingo a Tahití, si es que pretende pasar de fase.

"JUGAMOS PARA EL EQUIPO"
Cristian Rodríguez explicó en qué se basó el triunfo de Uruguay: “Hoy había que correr mucho porque ellos eran fuertes y había que dar un extra. Hoy todos dejamos lo individual de lado y jugamos para el equipo”.
Por su parte Alvaro González expresó que en el segundo tiempo le pidió a los delanteros que ayuden en la marca. “Hubo un desgaste importante en la mitad de la cancha ya que era el lugar donde ellos manejaban mejor la pelota. El sacrificio fue importante, en un momento le pedimos a los de adelante que bajaran para darnos una mano en la marca. Hicimos tremendo sacrificio y por suerte aguantamos”, comentó.
“En estos partidos nunca mostramos un gran fútbol pero lo único que sabíamos era que había que ganar. Había que estar juntos, compactos y contragolpear”, comentó Luis Suárez.
Arévalo Ríos en tanto, destacó la unión del grupo para obtener la victoria. “El grupo aparece en momentos difíciles, si no ganábamos nos podíamos ir el fin de semana. Había que sacar la rebeldía. Estamos acá porque nos ganamos esta plaza, nadie nos regaló nada”.