Junta Departamental

Locales | 28 Jun Con la presidencia del edil Mauricio de Benedetti, la presencia del intendente Bertil Bentos, el diputado Gustavo Rombys y el exrepresentante Ruben Obispo, pero muy pocas personas en la barra, se cumplió la sesión especial de la Junta Departamental por los 40 años del golpe de Estado del 27 de junio de 1973. En representación del Frente Amplio habló el edil Ruben García (FA), quien historió el proceso que llevó a aquella situación, “ya con el movimiento denominado ‘subversivo’ derrotado en abril de 1972. Destacó que “nada le molestaba tanto a la clase dominante como el movimiento popular, llegando los militares al poder con el objetivo de destruir y eliminar todo lo que fuera popular”.
Citó la movilización obrera, que por entonces nucleaba la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), la cual decretó “una huelga general el mismo 27 de junio con ocupación inmediata de los lugares de trabajo, a lo que se sumó también la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) y que se extendió valientemente durante 15 días, hasta el 11 de julio, en que fue levantada ante la represión general”.
Luego se refirió a la manifestación del 9 de julio por 18 de Julio en Montevideo, tras la cual “fueron a la cárcel el general Líber Seregni y otros compañeros”. También, en aquel marco de cosas, la muerte de dos jóvenes, “uno de ellos el estudiante Walter Medina, que tenía 16 años, mi edad por entonces, una muerte que nos tocó muy hondo”. Especialmente citó a los ediles del Frente Amplio de aquel período: Guillermo De Torres, Juan Olheguy, Carlos Torrelli, Julio C. Gazzano, Humberto González Perla, Mireya Aguilera, Julián Ruiz, Pablo Gianoni, Carlos María Fagetti, Orlando Coiro y otros. Cerró su oratoria con una exclamación: “¡Nunca más dictadura en este querido país!”
COLORADOS QUEDARON
AL MARGEN
En nombre de la bancada del Partido Colorado, hizo uso de la palabra el edil Alvaro Alza, quien aclaró que “por una razón de edad no vivimos aquella época, pero ello no nos exime de recordar una fecha como la que hoy nos convoca”.
Destacó la actitud democrática del contraalmirante Juan José Zorrilla que, con sus efectivos, “se atrincheró en la Ciudad Vieja en febrero del ’73 contra los militares de inclinación golpista y fue inmediatamente destituido”. De su partido puso énfasis en el manifiesto público del Partido Colorado –el único partido que realizó algo así-- del 13 de julio de 1973, en el que se dejaba expresa constancia que “ninguno de sus integrantes participaría del gobierno”.
Citando el plebiscito de 1980 como “el cierre definitivo de la puerta a quienes pretendían legitimar lo imposible”, mostró esperanza en que no quede ninguna duda sobre el valor de la vida en democracia, “en la que siguió creyendo el pueblo uruguayo a pesar de la dictadura”.
PRECISO Y CONTUNDENTE RACCONTO
El edil Gustavo Rezzano, en nombre del Partido Nacional, realizó un racconto de hechos a partir de los años previos de aquel 1973, recordando que en la década de 1960-70 el Uruguay vivía el ejercicio pleno de las libertades democráticas, con partidos políticos que representaban todas las ideologías, e incluso con diarios que las reflejaban. “Los primeros en manifestar sus discrepancias fueron los sectores rurales y en segundo lugar el movimiento obrero, con el liderazgo de los sindicatos generados con posterioridad a 1940. La izquierda comenzó un proceso de unificación a comienzo de los años ’60 que culminó en 1971 con la creación del Frente Amplio”.
No omitió la aparición de la violencia, “en especial el Movimiento Nacional de Liberación ‘Tuapamaros’, liderado por Raúl Sendic, jóvenes impregnados de un nacionalismo violento, pretendiendo reproducir la revolución cubana”. También se refirió a aspectos como la “doctrina de la seguridad nacional”, adoptada por las Fuerzas Armadas, y la “violencia de la derecha a través de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP) y sus grupos armados”, todo lo cual llevó a “más militarismo, excusa de los militares de vocación golpista, cuando los tupamaros habían sido derrotados en 1972”. Subrayó la actitud de Wilson Ferreira Aldunate, “denunciando en cada foro internacional lo que ocurría en Uruguay, en un duro combate al régimen militar que varió la imagen de este país, hasta entonces considerado la ‘Suiza de América’, en el concierto internacional”.
Rezzano cerró su intervención sosteniendo que “la fortaleza de una democracia se debe alimentar día a día”, pero sobre todo subrayó que “vale más un voto que una bala”.