Paysandú, Martes 02 de Julio de 2013
Rurales | 29 Jun Productores que desde 2008 están usufructuando un campo de 3.700 hectáreas en la zona de Valentín, departamento de Salto, se muestran sumamente molestos por la situación que atraviesan, a tal punto que entienden que hoy el panorama “es insostenible”, por la “ineptitud” del regional del Instituto Nacional de Colonización (INC) y técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que han convertido el campo “en tierra de nadie”.
El proyecto se inició en 2008 cuando se expropió la denominada estancia “Los Narcos”. Allí el INC comenzó a administrar y supervisar ese campo y se quedó con 3.700 hectáreas en Puntas de Valentín. En ese campo ingresaron 5 grupos que inicialmente comprendían 75 personas, “utilizándolo al mejor estilo de las estancias cimarronas, ya que para ver todos sus animales, un amigo –del cual tengo poder por escribano--, tiene que acampar siete días para ver todas las vacas, porque para juntar las 90 vacas que tiene, debe recorrer las 3.700 hctáreas con el hijo”, dijo a EL TELEGRAFO el maestro Marcelo Noriega.
“Pero fundamentalmente”, enfatiza el entrevistado, “en cinco años nunca las pudo juntar”. Y para ser más claro respecto a lo que sucede ahí, Noriega manifestó que “a mi amigo le indicaron que tenía la preñez garantida de 48 vacas y tuvo 18 terneros. De 400 vacas inseminadas en el campo, 60 fueron preñadas”.
Recuerda que en un principio se hicieron módulos “en donde uno criaba terneros, otro cordero pesado y los asalariados rurales –entre los que se encontraba mi amigo-- el módulo de vacas de cría, en el que todos fracasaron”. Explicó que en el caso del módulo de terneros, está extraordinario, porque en la liquidación tiene un destare del 18%”, dijo. Manifestó que “de pastoreo en tierras del INC, mi amigo paga U$S 108 por año. Esto de acuerdo al reglamento, y el campo es supervisado por el regional en Salto, por los técnicos del MGAP que brindaron charlas, asesoraron, etcétera”.
Al repasar opiniones de la propia gente de los diferentes grupos, entre los que se encuentra Mataojo Grande, Guaviyú de Arapey, Vera y Cañas, Ruta 31 y una cooperativa, explicó que “la recría funciona mal, o no funciona. Hay productores que no encuentran sus vacas y hay vacas que se las mandan al campo de las chilcas (el más sucio). Encierran todas las vacas juntas en los corrales y no se sabe cómo se realiza la señalada para no llevarse terneros ajenos. Es muy difícil encontrar el ganado porque pastorean en un campo solo. Además, el precio del pastoreo sube y no se sabe por qué”.
El entrevistado explica que el proyecto “vino armado por el MGAP y la situación era: tómalo o déjalo. Eso le hicieron a mi amigo, lo que está indicado por la gente a través de un documento”. “Se obliga a los productores a tener toros de U$S 2.500. Mi amigo tiene 100 vacas, y si no puede comprar toros, insemina. Pero de 400 quedan 60 preñadas. Los índices de procreos son menores que los campos que tienen ellos, a pesar de ser un extraordinario proyecto del MGAP”, ironiza Noriega.
Y para ser más claro, manifestó que “mi amigo vendió al contado las vacas y esperó 90 días para poder cobrarlas, porque no se podían identificar las caravanas”.
reunión
“Viendo todo esto, mantuvimos una reunión con los directores, doctor Julio Cardozo e ingeniera agrónoma María Nilsa Pérez, demostrando ambos ser muy honestos”, enfatiza.
“Catorce familias de Valentín le contaron cuál es la realidad allí. Incluso uno de los aspectos más llamativos fue que en un determinado momento, la ingeniera lo miró a Cardozo y le dijo: esa no es la información que tenemos nosotros”, recuerda. “Ahí mismo –lunes de noche-- hicimos una carta, se firmó y se le entregó a los dos directores del INC”, sostiene. “Cuando al día siguiente los directores llegan a Montevideo, el gerente regional y el gerente general ya estaban enterados de la carta que habíamos hecho nosotros”. “¿Qué pasa acá?”, se preguntó. “Es un emprendimiento que desde hace cinco años viene siendo gestionado por dos instituciones del Estado. Solamente podían criar vacas los asalariados rurales, y resulta que al fracasar todo lo que se había realizado, ahora todos tienen vacas de cría pero en un potrero solo. ¿Cuál es la responsabilidad del regional del INC y los técnicos del MGAP? ¿Cuánto les cobra el INC de renta al administrador y a los delegados en las mismas condiciones?, y ¿por qué pagan 108 dólares por hectárea?”.
involucramiento
Recordó una resolución de los técnicos que dice que “la gente debe involucrarse más”. Noriega se preguntó entonces: “Si a mí me estafan, si a mí me roban, si abusan de mí, ¿querés que me involucre? En cinco años no han logrado que la gente se involucre, entonces ¿qué han hecho ustedes que los han corrido?” También cuestionó cuándo y cómo informó el regional de Salto, “porque hace cinco años está pasando esto. Cuando los productores querían consultarlo, les decía: yo no puedo hacer nada, tienen que hablar con el encargado de su grupo.
Está completamente equivocado”, precisa Noriega, “porque el INC debe velar por el correcto uso de la tierra que otorga y no se puede lavar de la mano”. Aclaró que “hay productores que cuando cortan un eucalipto le hacen un juicio. Otras veces lo quieren joder porque hay gente que molesta y les hacen un informe negativo porque no pidió permiso para plantar 20 hectáreas”.
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