Policiales | 28 Jun Una señora de 75 que fuera ferozmente atacada próximo al mediodía del miércoles por sus perros y el de un vecino, en su casa sita en la zona de Ferreira Aldunate y Felipe Argentó, falleció al mediodía de la víspera.
Lidde Criselda Lopardo, quien vivía junto con su hermano, de 65, observó que sus tres perros y el de su vecino –todos de gran tamaño-- estaban peleando. La señora intentó separar a los canes pero, lejos de cumplir su cometido, los animales la atacaron ferozmente. Su vecino, que en ese momento estaba trepado a un muro en el que se encontraba trabajando, escuchó los ladridos de los perros mezclados con los gritos de su vecina, por lo que se apresuró a abandonar su tarea.
encarnizados
Cuando descendió, observó a Criselda caída, con los perros sobre ella, atacándola con tal grado de ferocidad que fue necesaria la intervención del hermano de la mujer y de otro vecino para liberarla.
Inmediatamente, la trasladaron en un auto particular al Hospital Escuela del Litoral, donde se le diagnosticaron múltiples heridas por mordeduras de can, las que presentaban especial profundidad en un brazo.
Su vecino se dirigió entonces a la Seccional Tercera de Policía para dar cuenta de lo sucedido. Efectivos de esa dependencia indagaron al hermano de la lesionada, testigo de lo sucedido, quien corroboró lo expresado por su vecino.
Con los mismos resultados, fueron indagados otros testigos del insólito episodio.
Se agravó
Criselda Lopardo quedó internada y su estado se agravó en la jornada anterior hasta que, cerca del mediodía, se produjo su fallecimiento por un paro cardíaco, al parecer causado por la abundante pérdida de sangre sufrida durante el ataque.
Ante esto, la Justicia dispuso que hoy se practique una autopsia al cuerpo de la fallecida.
A la vez, la magistrada indagó en la víspera al vecino cuyo can participó en la pelea y demás testigos, continuando las actuaciones a nivel judicial.
La Policía no recibió ninguna orden respecto a los animales, por lo que éstos permanecen en las respectivas fincas de sus dueños, las cuales están separadas por un alambrado.