En el departamento de Paysandú

Rurales | 03 Jul Lentamente el invierno ha comenzado a hacerse sentir en la región y aunque en algunas zonas del norte del país productores que utilizan altas cargas hoy están pastoreando en las calles, en Paysandú la situación en general “es buena, apreciándose campos con buena disponibilidad de pasto y animales en buena condición corporal”, adelantó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Rómulo César.
El técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA) para el departamento manifestó que “si bien la situación es distinta a otros inviernos, porque finalizando el mes de junio las bajas temperaturas habituales para la época no se habían sentido, las heladas de los últimos días han cambiado el paisaje de los campos”. En términos generales, consideró que el ganado “está en una situación corporal buena, y en algunos casos muy buena, producto de un otoño benigno y un invierno que ha demorado en hacerse sentir”.
Para el profesional oriundo de Lavalleja, los campos en esta zona “han perdido calidad en lo relacionado a las pasturas. Aquí comienzan a jugar algunas herramientas que se pueden tener en cuenta, tratando de que no repercuta en el estado del ganado”. Explicó que “hay un aumento en el requerimiento de los animales, producto de que muchos de los vientres hoy están preñados”. De acuerdo a los diagnósticos de gestación realizados, “muestran niveles superiores a lo que es la media tradicional”, dijo.
En algunas situaciones se ve que la carga ha sido alta y se ve que los campos están con escasa cantidad de pasto, lo cual comienza a notarse en los animales”, indicó Cesar.
Alta carga
Por su parte, el ingeniero agrónomo Danilo Bartaburu, jefe de la regional Litoral Norte del Plan Agropecuario, indicó que en general los campos que se están viendo con poco forraje se asocian con predios que trabajan con altas cargas animales.
“Frente a una carga alta, la disponibilidad de pasto se ve resentida drásticamente”, destacó. Es que en algunos predios de Salto y Artigas, básicamente de pequeña escala, se viene con altas cargas de ganado por hectárea desde hace un par de años.
El profesional sanducero sostuvo que “hay productores que trabajan como rutina con cargas altas y eso, en general, está asociado con productores de pequeña escala. Cuanto más chica la escala predial, las cargas son bastante más altas. Es común ver predios de 300 o 400 hectáreas con una Unidad Ganadera (UG), cuando ese mismo campo --técnicamente--, debería manejarse con 0,75 UG. A la vez, se ven campos de escala grande de más de 2.000 hectáreas, que en general trabajan con cargas ajustadas”, explicó.
De todas maneras, Bartaburu advirtió que hasta ahora no se ve ganado con fuerte desmejoramiento de su condición corporal, pero en algunos casos puntuales, “se ven algunos pequeños productores pastoreando en la calle, pero son casos puntuales”.
Preferencia
En el tradicional informe de situación, los técnicos de la institución establecen que “hay animales que tienen una condición corporal inferior y es recomendable que se manejen con preferencia para poder mejorar las mismas y llegar al parto y próximo entore con mayores probabilidades de volver a preñarse”. Agregan que “en aquellos casos que las cargas son elevadas y/o no se han tomado medidas de manejo, las condiciones corporales son inferiores”.
En aquellos rodeos donde se ha realizado diagnóstico de gestación, “los niveles de preñez alcanzados se encuentran entre 80 y 90% en la gran mayoría de los casos. Aunque en menor proporción, existen algunos casos con porcentajes algo inferiores, en el entorno de 50%”.
En general –sostiene el informe-- “se asocian los porcentajes de preñez baja en animales de buena condición corporal con la incidencia de enfermedades venéreas”.
Las medidas de manejo tendientes a realizar una atención preferencial de esos vientres preñados, así como la implementación de tecnologías de insumos que apunten a mejorar la utilización de la importante oferta de forraje existente en los potreros (suplementación proteica), “son algunas de las principales recomendaciones realizadas a los productores”.
Recrías
En lo que refiere a la recría, el informe elaborado entre el 15 de mayo y el 15 de junio indica que las categorías destetadas “muestran mayores pesos que en los años anteriores (cercanos a 200 kilos) y en promedio ese incremento se situó en un 10-15%, con respecto al promedio histórico de cada rodeo”.
“Este hecho, sumado a la buena oferta de forraje (cantidad y calidad) en abril-mayo, ha determinado que estén entrando al primer invierno de vida, con un importante crecimiento y desarrollo”, prosigue.
En algunos casos, se ha comenzado la suplementación con concentrados. “De todas formas, las ganancias diarias que venían siendo positivas en los meses de abril y principios de mayo, han comenzado a disminuir sobre fines de mayo y lo transcurrido de junio”.
“También se han registrado problemas de lombrices gastrointestinales importantes, sobre todo por las lluvias de mayo sumadas a las temperaturas favorables. En los casos de castraciones producidas a principios de junio, se han registrado problemas de miasis (bicheras)”, indica.
Ovinos
Los ovinos tienen “estados adecuados”, precia el informe. Sin embargo, “en algunos casos se han registrado problemas podales, sobre todo en majadas finas (Merino e Ideal). Algunas encarneradas se han visto complicadas por estos efectos”.
“También las lombrices gastrointestinales han tenido una influencia importante en la performance de estos animales, por las condiciones climáticas favorables”. En Paysandú, Rómulo César establece que “los resultados de los primeros diagnósticos de gestación realizados en el departamento, muestran niveles muy buenos en cuanto a porcentaje de ovejas preñadas. Sin embargo, en términos generales, la tasa de melliceras es algo menor que en años anteriores”. “Refiriéndonos a los aspectos sanitarios, sobre fin de otoño, han mejorado sensiblemente los problemas de lombricosis y de enfermedades podales. Sin embargo todavía se siguen produciendo problemas de miasis (bicheras)”.