Locales | 01 Jul La Asamblea General de Delegados (AGD) de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), reunida en Montevideo, resolvió mantener el conflicto en todos sus términos “en virtud de que las reivindicaciones planteadas no han sido atendidas por parte del Poder Ejecutivo, cuya propuesta hemos rechazado; así como tampoco por parte del Codicen”, considerando la propuesta salarial “netamente insuficiente”.
Con la participación de 52 filiales, de un total de 53, resolvieron cumplir “con la instancia de evaluación que implican los exámenes” y que efectuarán bajo protesta “mediante la implementación de distintas medidas con el objetivo de difundir nuestros reclamos y la situación de conflicto”. En la declaración emitida, resolvieron apoyar las acciones que lleven adelante las filiales en las próximos semanas, “tales como: la huelga, ocupaciones, marchas, volanteadas, asambleas con padres, estudiantes y trabajadores; y en particular encuentros públicos con diputados en cada localidad”.
Por Paysandú concurrieron los profesores Sergio Silva y Belén Rodríguez, quienes indicaron a EL TELEGRAFO que la Asamblea General de Delegados volverá a reunirse el sábado 13 de julio, para analizar “lo que pueda surgir como respuesta a nuestros reclamos así como, de ser necesario, la adopción de nuevas medidas”. Finalmente, la dirigencia evaluó en su documento “un crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Fenapes” y saludó “el apoyo y comprensión” ante el desarrollo del conflicto en la educación, “de amplios sectores de nuestra sociedad, muy especialmente padres, estudiantes y trabajadores organizados”.
declaración
Paralelamente a la resolución, la Fenapes hizo pública una declaración, donde recuerda que la federación se encuentra en conflicto y movilizada “desde el día 20 de junio”, exigiendo “la dignificación de la educación de los hijos de los trabajadores”. Al definir las condiciones actuales, reclamaron contra los edificios “en un estado deplorable”, con “aulas masificadas” y fustigaron la actitud del gobierno de “esconder recursos aprobados por ley presupuestal para la recuperación de locales educativos”.
Los docentes salieron al cruce de las “experiencias privatizadoras de la enseñanza, como los Liceos Jubilar e Impulso, en los que el Estado asume la responsabilidad de crear los establecimientos y además exime de impuestos a empresas que se presentan como benéficas, pero que no hacen sino incrementar sus ganancias lucrando con la educación de los más pobres”.
En su declaración, rechazaron los “salarios de hambre, que apenas sobrepasan la cuarta parte de la canasta básica familiar y que son menores a las partidas mensuales para diarios y revistas de ministros y legisladores” y se manifestaron contrarios a seguir siendo “responsabilizados de los fracasos académicos, que no son otra cosa que el resultado de las nefastas políticas educativas que se vienen profundizando desde 1995”.
La Fenapes aseguró que el conflicto docente “le dio al Poder Ejecutivo la oportunidad histórica de dar un viraje y comenzar a atender las verdaderas necesidades de la educación pública. Sin embargo, ha decidido mantenerse firme en su línea de ampliar la brecha existente entre la educación de los ricos y la educación de los hijos de los trabajadores”.
Según la federación, “el gobierno que preside el ciudadano José Mujica quedará en la historia como uno de los más insensibles a los reclamos educativos de los trabajadores, y de gran irresponsabilidad y falsedad, que un día anunció que algo iba a haber y al otro día planteó un 0%. Parafraseándolo ‘como te digo una cosa, te digo la otra’”.
Finalmente, la dirigencia afirmó que “pase lo que pase de aquí en más, y gobierne quien gobierne”, la Fenapes “mantendrá su compromiso ético y político y su lucha por dignas condiciones de estudio y trabajo para toda la educación pública”.