Locales | 05 Jul Para fin de año, el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua nucleado en Fucvam (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua) tendrá en ejecución unos cien proyectos de complejos habitacionales en todo el país, lo que constituye una cifra histórica para este movimiento, destacaron a EL TELEGRAFO el presidente de la federación, Darío Rodríguez, y el integrante de la Dirección Nacional, Diego Bonilla.
A la vez reafirmaron su inquietud y la de todos los cooperativistas del sector por la forma de cálculo de la Unidad Reajustable (UR), que ha sido determinante para un aumento significativo en los reajustes de cuotas de repago de los préstamos.
Destacaron entre otros aspectos que “estamos viviendo hoy una etapa histórica del movimiento y tenemos ahora a fin de año cerca de cien obras en construcción en todo el país, que son casi tres mil viviendas. Son cooperativas que se van a construir simultáneamente y estamos superando el orden de las 20.000 familias afiliadas al movimiento, es decir contando las cooperativas en las que ya están viviendo desde hace muchos años, las que están en construcción y los que están empezando a construir su proyecto, buscando terreno y que van a propiciar acceder a un préstamo”.
Consultados respecto a por qué se da esta construcción simultánea manifestaron que “vemos primero que hay una acumulación histórica del movimiento, y con las características que tiene el movimiento, que construye, gestiona y conquista sus recursos, con alternativas para construir a través de un modelo muy concreto”.
“Nosotros trabajamos, construimos, viviendo en la propiedad colectiva, en la autogestión, en la ayuda mutua, y con este tiempo acumulado es notorio que el pueblo uruguayo tiene claro que es una alternativa válida y supera otras propuestas que existen en nuestro medio”, subrayaron.
A la vez, consideraron que “en esta última administración creemos que se ha hecho una apuesta al modelo cooperativo por el Ministerio de Vivienda, que ha generado más proyectos simultáneamente, y también ha generado más expectativas. Hay más grupos nuevos que se forman con nuevas expectativas, porque entienden que los recursos están más disponibles”.
“Nosotros estamos planteando que las expectativas generadas a la interna de nuestro movimiento, y en las demás familias de trabajadores que precisan una solución los recursos que se están volcando son insuficientes y necesitamos más dinero”, consideraron los dirigentes.
“Lo primero, además, es el acceso a la tierra, porque la demanda está superando ampliamente a la oferta. Además se necesitan terrenos con los respectivos servicios y se debe responder al ordenamiento territorial y queremos un acceso real para acceder al proyecto. Entendemos sobre todo que el gobierno tiene herramientas para hacerlo y la primera de ellas es la Ley de Ordenamiento Territorial, que básicamente no se ha puesto en práctica en su dimensión desde que fue votada”, aclararon.
Demanda supera cupos
Destacaron además que en cuanto a los créditos que entrega el ministerio semestralmente por sorteo “hay un cupo, y siempre la demanda está superando el cupo. Nosotros planteamos que hoy los préstamos y los recursos que se otorgan vienen del presupuesto nacional, y entendemos que tendría que irse a formas que salieran de esa lógica, mediante recursos directos”, subrayaron. Acotaron que “aspiramos a que se haga lo que hubo durante treinta años, con aportes de los trabajadores y de las patronales. El gobierno de Lacalle sacó el de las patronales y el gobierno del Frente sacó el de los trabajadores, por lo que el Fondo Nacional de Vivienda vio menguados sus recursos en una entrada que era concreta y que le daba un piso a la construcción de viviendas, pero con el presupuesto se podía mejorar. Eso se cambió, ahora es todo presupuesto, y sale todo del mismo fondo”.
Reajustes de
cuotas por UR
Acerca de los problemas con la Unidad Reajustable, que ha crecido por encima de los ingresos de los trabajadores y complica el pago de las cuotas de los préstamos, los dirigentes señalaron que “la ley de vivienda de 1968 previó entre otras cosas una moneda ficta, que es la UR, y con esa moneda se toman los créditos y se repagan. La UR tiene como variable de ajuste el índice medio de salarios, pero los salarios de los cooperativistas, de los trabajadores, no se compadece, porque no cobramos en UR y se genera por lo tanto un desequilibrio. Consecuentemente, desde hace años tenemos la reivindicación de la Federación en el sentido de generar una propuesta que manteniendo el criterio de recibir los préstamos en UR, modificaría la forma del cálculo para devolver ese dinero”.
“Por lo tanto se ha trabajado sobre dos índices, y el que dé menos va a ser el que se utilice para el ajuste, teniendo en cuenta la composición. Es que la UR toma también el sueldo de los gerentes de las multinacionales, y el de los trabajadores, pero en el promedio ‘se ahogan los enanos’, y hay un desequilibrio y se hace cada vez más oneroso devolver los préstamos. Nosotros tenemos una propuesta que queremos impulsar este año, porque eso requiere una modificación legislativa, tiene que pasar por el Parlamento y queremos hacerlo este año porque esta es la última Rendición de Cuentas, por cuanto el año que viene es año electoral y no hay”, señalaron los dirigentes de Fucvam.