Locales | 02 Jul La Organización Sindical de Empleados de PILI (Osepi) se plegará a las medidas adoptadas por la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), en apoyo a la directiva del sindicato de Indulacsa, en Cardona, cesada por amplia mayoría de los funcionarios.
Los trabajadores de la empresa local realizarán dos horas de paro por turno, en espera de las novedades que surjan en los próximos días y no descartan la adhesión a un paro general de 24 horas, según informó a EL TELEGRAFO el dirigente Marcel Petrib. Una asamblea de trabajadores de Indulacsa nombró una nueva comisión directiva para continuar negociando ante la amenaza de cierre de la fábrica de quesos, que genera 200 puestos de trabajo.
Petrib indicó que la asamblea nacional de delegados, reunida en Cardona, resolvió apoyar a la dirigencia destituida del Gremio de Obreros de Indulacsa Cardona (Groinca) y anunció la posibilidad de extender las medidas a través de la federación que nuclea a unos 4.000 trabajadores a nivel nacional.
Dificultades de gestión
En oportunidad de celebrar en Paysandú el Día del Trabajador Lácteo, el pasado 1º de junio, el presidente de la FTIL, Robert Romaso explicó a EL TELEGRAFO que la empresa tiene problemas económicos derivados de la falta de leche “por la corrida de productores”.
El dirigente agregó que “empresas como Indulacsa no le han dado la importancia que tiene la industria en este país y le deben a los productores y proveedores. Es un problema de conducción empresarial que venimos denunciando hace tiempo en el Ministerio de Trabajo y hoy padece la corrida de productores hacia otras empresas, generando dificultades con la falta de trabajo y el anuncio de un posible cierre”. En tal sentido, detalló que la federación “solicitó a la empresa un planteo de las posibles soluciones para ver si el sindicato las aceptaba --porque en realidad las desconocemos-- pero si no se les paga a los productores y proveedores, será muy difícil su subsistencia”. Ramaso desmintió categóricamente que la crisis de esta empresa se deba a la sindicalización de sus trabajadores. “Ninguna empresa cierra en este país a causa de un sindicato. Lógicamente que existen dificultades de gestión en Indulacsa que hace mucho tiempo se vienen denunciando y hoy está llegando a su fin porque no ha cumplido como lo hacen todas las empresas”, resaltó.