José Olivera, Secretario de Fenapes

Locales | 08 Jul La situación en la enseñanza pública uruguaya, donde los docentes sindicalizados reclaman mayor presupuesto para salarios y obras, se ve enrarecida por lo que el secretario de la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), José Olivera, definió como una “nebulosa” y “un agujero negro”, refiriéndose a los mandos medios entre los consejos desconcentrados (Primaria, Secundaria y UTU) y los centros educativos, donde quienes ocupan los cargos hacen “lo que se les antoje. Incluso llegando a grados de autarquía”. Olivera dijo a EL TELEGRAFO que mientras este año la Fenapes reclama aumentos salariales y mayor inversión en la educación, “el año pasado fuimos por la creación de cargos, y en Secundaria se obtuvieron los fondos para llenar 150 cargos de portero, algo necesario y prioritario no solo en Montevideo sino en muchos puntos del país”.
Sin embargo, indicó que “lamentablemente después hubo una diferencia entre lo que se votó y lo que se ejecutó. Al día de hoy, de los fondos habilitados para los 150 cargos solo se han concretado 43, lo que muestra un problema de gestión, y los problemas de cargos no son nuevos”.
La Anep es responsable
Sobre en quién recae la responsabilidad de la gestión, reconoció que es “de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y de cada uno de los consejos desconcentrados”, especificando que “conocemos más el caso de Secundaria”. Respecto al director general Juan Pedro Tinetto, quien se fue de licencia en medio del conflicto con los profesores, Olivera dijo que “no es correcto, no demuestra grado de responsabilidad que el director general se ausente del organismo cuando se está discutiendo la adecuación presupuestal”.
En cuanto a si esos problemas de gestión generan diferencias en el uso de los recursos disponibles, o hay falta de controles como en el caso de los sicólogos del Codicen que no iban a trabajar y si hay casos similares que ellos conozcan, dijo que “los conocemos y los denunciamos”.
“es una nebulosa”
Uno de los problemas que tiene la educación, y particularmente en Secundaria según Olivera, son “los mandos medios. Siempre criticamos que entre el Consejo (de Secundaria) y los centros educativos todo es una nebulosa. Hay trabajadores que no cobran su sueldo en tiempo y forma, otros tienen dificultades para elegir las horas, hay llamados a concurso con serias irregularidades y problemas. Y esa falta de decisión política del organismo encargado de conducir habilita en buena medida que los mandos medios, particularmente en Secundaria, hagan lo que se les antoje. Incluso llegando a grados de autarquía total, donde Hacienda no se comunica con el Departamento docente, ni Recursos humanos con el Consejo, y cada uno hace lo que quiere”.
En cuanto a si los recursos brindados por el gobierno se administran adecuadamente, dijo que “ahí está la segunda parte de la historia. Administrar y gestionar. No es solamente una cuestión de cantidad (de recursos) que existe, sino también en cuanto a la calidad de la administración de esos recursos. Y ahí tenemos serios problemas”.
Once meses por
un convenio
Puso como ejemplo que “los liceos y las escuelas tenían problemas de infraestructura. En 2010 se derivó una cantidad bastante importante, pero el Codicen de la ANEP estuvo once meses discutiendo con la Corporación Nacional para el Desarrollo cómo iba a ser el convenio para administrar esos recursos. Un año entero sin poner ladrillos”.
Olivera entiende que “hay una realidad que a veces no se pone sobre la mesa, y es quienes han sido designados para administrar esos recursos. Porque no se pueden pasar once meses discutiendo qué hacemos con la plata, cuando la realidad rompía los ojos”.
“Ahí se deben pedir resultados, pero se mira hacia abajo, hacia el que está en la misión educativa. Pero esa franja del medio, que tiene que ver muchísimo con la vida de las instituciones, y cuyo accionar favorece o entorpece el trabajo concreto con el estudiante, queda en una especie de nebulosa donde nadie asume responsabilidades”.
El bisturí a fondo
Afirmó además que “ya teníamos denunciado (el problema de) la UDI, Unidad de Diagnóstico Integral del Codicen con los seis sicólogos. Eso es un caso concreto pero nosotros hicimos muchas denuncias”, y puso también como ejemplo que “en una de las primeras, en 2006, nosotros denunciamos que nos constaba que en muchos puntos del país había docentes que trabajaban en el sector privado y tenían licencia médica en el sector público”.
“En ese entonces propusimos a la ANEP suscribir un convenio entre sus servicios médicos y los del BPS para intercambiar información y corroborar eso. Llegamos a un acuerdo rápido conceptualmente, pero la ANEP demoró casi un año en suscribir este convenio. Como resultado de eso, hemos sido notificados de unas 10 o 12 destituciones por esta razón. Pero nos pasa a diario que vamos a una repartición y el jefe no está, que tiene que trabajar 40 horas semanales pero a la vez trabaja otras 40 en otro lado, y eso va generando una situación en la que a veces no se quiere meter el bisturí a fondo, porque también implicaría entrarle a esa especie de agujero negro que está entre la dirección política del organismo y quienes estamos abajo en las instituciones”.