Paysandú, Domingo 21 de Julio de 2013
Locales | 16 Jul Una señora de 62 años murió el viernes en la sala de Urgencias del Hospital Escuela del Litoral, en un hecho que está siendo investigado por las autoridades de ASSE y del MSP por las características del suceso.
Alba Márquez, una sanducera residente en Guichón, tenía problemas respiratorios y de fatiga desde el lunes 8 de julio. Concurrió al hospital de Guichón, donde se le hicieron varios estudios, incluyendo un electrocardiograma, que “dio todo bien, tenía 12-7 de presión” y el jueves 12 tenía que hacerse nuevos análisis en el hospital de Guichón, según comentó a EL TELEGRAFO Cristina Borchez, la sobrina con quien vivía la señora.
“bien”, pero más análisis
Esa mañana su sobrino político la encontró mal, con muy baja presión, por lo que llamó la ambulancia que la trasladó al hospital, donde le dieron suero y se le regularizó la presión. Se le hicieron nuevos análisis que también dieron bien, incluyendo una radiografía de los pulmones “que estaban limpitas”, la vieron tres médicos pero el doctor decidió trasladarla a Paysandú para hacerle otros estudios.
Alrededor de las 14:40 llegó la ambulancia a Paysandú con un médico y una enfermera, y fue recibida en la Sala de Urgencias, donde la atendió un médico general, quien luego de verla pidió la participación de un médico cardiólogo. Alrededor de las 19:30, “una doctora nos informó que teníamos que tener paciencia”, y que “le habían hecho todos los análisis y ahora tenía que verla un cardiólogo”.
La especialista, funcionaria del hospital, llegó media hora más tarde “y me dejaron pasar con ella”, dijo Borchez. La cardióloga revisó a la señora, le preguntó qué sentía y luego se retiró. “Volvió a los 5 minutos, me preguntó si tenía donde quedarme en Paysandú y le dije que sí. Se fue y volvió, y cuando la quiso sentar mi tía no quiso por la fatiga que sentía, y cuando la fue a recostar le dijo que se sentía mal del estómago e iba a vomitar, y la cardióloga le dijo que lo hiciera, y fue al baño a buscar una papelera que estaba sucia con algodones, puse a mi tía de costado pero no pudo vomitar. La cardióloga la acostó y al hacerlo le vino el vómito y se lo tragó”.
Tres cardiólogos
Cristina recuerda que luego “la doctora llamó a otro cardiólogo para ver si podía venir porque ella estaba enferma, si podía hacerle la suplencia, a lo que él le dijo que no podía. Ella dijo que igual se iba. Cortó la llamada, agarró la cartera y me dijo que se iba porque estaba enferma”. Cristina salió e hizo algunas gestiones telefónicas y luego supo que “hasta que una persona no firmara la autorización no se podía llamar a un cardiólogo de Comepa, que al final vino alrededor de las 21. Después mi tía Alba fue a buscar unos remedios y al volver pasó por donde estaba mi tía Blanca y el cardiólogo de Comepa le hizo señas con el dedo que estaba todo bien. Ahí nos quedamos más tranquilas”. Comentó que “había un niño con mordidas de perro que lo atendieron casi a las dos horas, fue horrible lo que vimos ahí”. Más tarde, les avisaron que a Blanca había que trasladarla a Montevideo, y que sería esa madrugada, alrededor de las 3, y que iba a venir una ambulancia especializada de Salto con un médico y un enfermero. También les explicaron “que mi tía tenía una arteria tapada, que se la iban a destapar y si no la iban a operar. Dijeron que iba a estar dos o tres días en Montevideo y que era algo normal”.
Un viaje frustrado
Luego los familiares -la hermana y la sobrina- salieron a preparar las valijas que llevarían para acompañar a Blanca a Montevideo, y alrededor de las 23, Cristina volvió al hospital y estuvo con Blanca, que “ya sabía lo que le iban a hacer porque el doctor le había explicado”. Blanca seguía en una cama de la sala de Urgencias del HEL.
Pasadas las 3:20 llegó la ambulancia con el cardiólogo salteño y “nos hicieron retirar para donde estaba la ambulancia, porque mi tía iba a ir. Y a las cuatro menos diez nos llama la doctora y nos dijo que se había complicado y no la iban a trasladar porque estaba grave.
Nos hicieron ir a la sala de espera y después vino el cardiólogo de Salto que nos dijo que no imaginó que la paciente estaba tan grave, y dijo que no la podía trasladar ni a la esquina porque se moría. Dijo que la iba a intubar, le iba a poner los caños porque tiene una infección y trae una vomitada de Guichón”.
“Cuando volvió, nos dijo que no pudo hacer nada más, que la infección sería por el vómito que le agarró los pulmones y una parte del corazón. Pero ese vómito fue de tarde, cuando estaba la cardióloga, y ella de Guichón había salido bien”.
La Hermana ratificó
La hermana de Blanca, Alba Marquez, ratificó lo dicho por su sobrina, agregando que estaban esperando el certificado de defunción para presentarlo en el hospital de Guichón por unos trámites y que “demoraría dos o tres días”.
A su juicio, “el problema fue por el vómito que tuvo de tarde, entre las 5 y las 6, y recién a las 3 de la mañana el cardiólogo que vino de Salto la intubó pero ya estaba mal, estaba en coma y me dijo que estaba re grave y no podía llevarla a Montevideo; y al ratito volvió y me dijo que había fallecido, y que era por una infección en los pulmones”.
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