Opinion | 17 Jul La confirmación de que un médico especialista gana en ASSE 34.000 pesos por 24 horas de guardia causó sorpresa entre los lectores de EL TELEGRAFO, especialmente cuando esa cifra sufrió un crecimiento del 1000 por ciento en solamente diez años. Si bien se trata de honorarios profesionales, en la práctica es un salario. Y no se conoce caso similar de incremento salarial en el país.
No hay dudas que todo trabajador (profesional o no) tiene el derecho de optar por lo que mejor le reditúe económicamente. Pero, como bien lo expresa una declaración del Frente Amplio Paysandú “la salud no es una mercancía como muchos la conciben”.
Hay una responsabilidad agregada en determinados empleos. En el del médico sin dudas, pues su primer deber es con la salud de los pacientes. Ganando mucho menos, el policía debe enfrentarse en la línea de fuego con la delincuencia; el soldado defender la patria de ser necesario y así por el estilo. Esas profesiones no solamente se basan en cuanto se puede ganar, sino especialmente en la condición de servicio.
Lo que realmente debe preocupar entonces, no es la desproporción en la ganancia de los médicos especialistas, sino en lo que hizo notar el director del hospital, Fernando Rodríguez: “una falta de compromiso del conjunto médico en responsabilizarse con la prestación de salud”. Lo que sucede actualmente en el Hospital sanducero no sucedía años atrás, lo que demuestra la existencia de algún tipo de resistencia de los profesionales hacia esa institución en particular. Y como siempre, el ciudadano común y aún el más vulnerable –aquél que ni siquiera puede elegir asistirse en una mutualista—son usados de rehenes para algo que no está muy claro qué es. Eso no puede aceptarse de ninguna manera.
No se trata, como siempre, de generalizar, porque evidentemente no todos los médicos actúan de la misma forma, como no todo el resto de los trabajadores lo hace en sus respectivas funciones. Pero eso no debe ser obstáculo para expresar la preocupación cuando pasan hechos concretos que son reprobables. En este caso, hubo falta de asistencia profesional. Y no fue precisamente porque están mal pagos. Por tanto, lo que debe exigirse es ni más ni menos que el compromiso con la prestación de salud. Una exigencia para todo médico.