Opinion | 16 Jul Las denuncias por temas ambientales han crecido considerablemente en los últimos dos años, según informó el director nacional de Medio Ambiente, Jorge Rucks, durante su reciente comparecencia ante la Comisión de Hacienda de Diputados en el marco de la discusión parlamentaria de la Rendición de Cuentas.
Durante el año 2012 el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente recibió 100 denuncias por problemas ambientales, un 40% más que lo que hubo en 2010. En tanto, en 2011 fueron 80 los problemas ambientales advertidos. Del mismo modo que crecieron las denuncias, en los últimos años aumentaron la cantidad de empresas que solicitan permisos para realizar emprendimientos con riesgo ambiental.
Según lo informado por Rucks, en 2012 fueron aprobadas 179 solicitudes de autorizaciones ambientales previas, según informó El Observador.
También aumentaron los estudios de impacto ambiental que realizó la cartera sobre la totalidad de proyectos. En cuatro años, la cantidad de informes casi se duplicaron ya que mientras en 2008 hubo 30 estudios de impacto, en 2012 fueron 56.
En relación a las sanciones aplicadas, en 2012 hubo 65 multas por un total de 11.720 Unidades Reajustables (cerca de $7 millones), seis apercibimientos a emprendimientos por omisiones, y diez suspensiones de actividades. Además, el año pasado la Dinama recibió 75 solicitudes de acceso a la información pública.
Durante la sesión, la evolución de la cantidad de proyectos fue advertida al señalar Rucks que el incremento de la actividad administrativa en la cartera llevó al Mvotma a aumentar la cantidad de funcionarios, para lo que dispuso de un presupuesto de $40 millones.
La situación antes detallada da cuenta de varios cambios que están ocurriendo en Uruguay. Por un lado hay nuevos proyectos que se realizan y pueden tener afectaciones ambientales y en cumplimiento de las leyes y demás normas instrumentadas, deben realizar mayores estudios y solicitar permisos.
Sin embargo, el mayor cambio cualitativo en este asunto seguramente sea el que refiere la educación ambiental y participación ciudadana, en el control de los vecinos sobre las actividades que impactan en el ambiente, lo que explica el aumento sustancial de las denuncias. Eso, debería interpretarse como algo positivo porque, en primer lugar da cuenta del involucramiento de los ciudadanos respecto a la calidad de su entorno y, por otro, ayuda a las autoridades en el contralor ya que aunque se haya aumentado en forma importante la cantidad de funcionarios y el presupuesto de la Dinama, lo cierto es que no tiene presencia en todo el territorio. En definitiva, ojos ciudadanos atentos a la realidad circundante son bienvenidos.