Rurales | 21 Jul El secretario general de la Confederación Granjera, Remo Di Leonardi, manifestó que en base a datos del último censo, la granja está perdiendo tres productores por día y en los últimos diez años quedaron por el camino 12.000 granjeros. Según el gremialista, “menos del 10% de los establecimientos son realmente rentables, mientras el resto es cuestión de tiempo para que dejen el sector”.
Analizando los datos del último Censo Agropecuario, en la última década “se perdieron 12.000 productores, donde una gran parte explotaba una superficie de diez hectáreas o menos. Esto no es coincidencia. Estamos perdiendo unos tres granjeros por día, lo que hace que hoy existan unos 3.500 productores; 2.000 menos que en el 2005”, destacó.
La concentración es otro de los fenómenos negativos que se encuentra en la granja, ya que según Di Leonardi la falta de rentabilidad, sumado a la carencia de asistencia técnica, provocan que estén desapareciendo productores de menor tamaño a pasos agigantados, dejando sus explotaciones en manos de otros de mayor porte. “Que en la práctica no se puedan concretar exportaciones de productos hortifrutícolas es uno de los grandes frenos para el sector”, advirtió.
Por un lado, esto se debe a que competir con otros mercados como Argentina se hace casi imposible, ya que los costos internos restan competitividad y el factor cambiario juega a favor de ese país. A ello hay que agregar que en esta temporada no hay producción en volúmenes relevantes, ni de la calidad deseada para poder colocar en otros mercados, debido al temporal del 24 de enero de este año. “Esa fecha fue un punto de inflexión tremendo para toda la granja, un antes y un después para un sector que ya venía complicado y que a partir de ese día y debido a los daños provocados, quedó herido de muerte”, afirmó Di Leonardi a El País.
errores
El secretario general de la Confederación Granjera explicó que si bien existió buena voluntad de parte de las autoridades estatales, hubo errores, como por ejemplo que “se habló de un costo productivo --como parámetro-- de unos U$S 4.500 por hectárea, cuando en algunos casos el mismo alcanzaba los U$S 10.000”.
Para Di Leonardi, debería haber mayor intervención del Estado para solucionar todos estos problemas.
“Los productores chicos necesitan soluciones urgentes, cursos de capacitación y acceso a tecnología, entre otras cosas. Debería existir algún tipo de subsidio o ayuda directa para éstos”, estimó. Afirmó que “si bien la designación de Zulma Gabard como directora General de la Granja fue una buena señal, falta interés a nivel político y no es solo cuestión de este gobierno. De muchos años a esta parte la granja ha sido la cenicienta de la producción y a casi nadie le ha interesado”.
Mano de obra
Otro de los problemas que está viviendo la granja es la falta de mano de obra, especialmente calificada.
Di Leonardi destacó que el 60% de los costos de producción --que según sostuvo han subido en todos los órdenes-- se va en mano de obra, cuando años atrás eran cercanos al 35%.
“No conseguimos mano de obra competente y la que conseguimos es cara en general y en particular con lo que devuelve en la relación costo-beneficio”.
“En la parte de menor calificación, las personas dejan la granja y se van a otras ocupaciones que pagan igual o mejor, como la construcción. Incluso apuestan a trabajos que pagan retribuciones más bajas, pero son menos sacrificados”, sostuvo.
En el eslabón de la mano de obra de mayor calificación, la situación tampoco es buena. Señaló que es difícil conseguir agrónomos o maquinistas que quieran trabajar en la granja y menos especializarse en ella. De hecho, los salarios que este sector puede pagar son sensiblemente menores a los que abonan otras prácticas agropecuarias que están en pleno auge.