Locales | 26 Jul Con la toma del Liceo 7 (25 de Mayo y Cerrito) --que fue levantada a las 22 de anoche tras una asamblea-- una marcha desde la Inspección de Escuelas a ese centro de estudios y una asamblea abierta con padres, alumnos y vecinos, se desarrolló el paro por 24 horas de los docentes, que en Paysandú tuvo un acatamiento que no pudo ser evaluado en su totalidad por los sindicalistas. Asimismo, el tema estuvo en el Orden del Día de la sesión de la Junta Departamental.
Los profesores de Enseñanza Secundaria, que tomaron en forma pacífica el Liceo 7, reiteraron los motivos de su lucha, que van más allá de reclamos salariales y que tienen que ver con las condiciones de la enseñanza.
“El hecho de elegir este liceo para ocupar tiene que ver con mostrar las verdaderas razones del conflicto y de la educación que nosotros queremos”, dijo Valeria Rodríguez.
“Porque si bien hay un reclamo salarial luchamos por la concepción de la educación que queremos, por condiciones que no se están dando en este momento. Estamos trabajando en liceos como este, que son galpones adaptados --donde los chiquilines se mueren de frío--, lo cual condiciona las posibilidades de aprendizaje que los muchachos tienen. El reclamo tiene que ver con lo que concebimos que tiene que ser la educación en el país, con la importancia y la jerarquía que debería tener la educación en un país como este”, agregó.
Algo similar señaló Belén Rodríguez, al indicar que “elegimos este liceo más que nada por las condiciones edilicias que tienen los chiquilines. Y precisamente estamos en esta aula (donde se desarrolló la conferencia de prensa) que es una de las que tiene mayores carencias para que quede claro que más allá del reclamo salarial estamos reclamando que los chicos puedan tener clases como corresponde”.
“En este liceo”, dijo Aída Cocchiararo, “no se puede prender más que una estufa eléctrica a la vez, pese a ser enorme. Si se prenden dos estufas saltan los tapones. Ambientar y climatizar, por más que haya calor humano, resulta muy difícil. Así que sí pasamos frío y en el verano mucho calor. No son lugares con clima agradable ni en uno ni en otro”. Esto “se repite en otros liceos, UTU y escuelas, con insuficiente calefacción en invierno y muy asfixiantes en el verano”.
Por otra parte, la pérdida de clases “es una falacia”, dijo Aída Cocchiararo. “Ahora milagrosamente --y gracias al conflicto-- se habla que los alumnos pierden clases, tanto por parte de las autoridades como de la población. Pero la verdad es que es algo que ocurre cotidianamente pero que no está en lo público. Hay muchas horas de clase que se pierden porque no hay profesores para cubrir, porque la profesión no es atractiva. Hay grupos que pasan muchos meses sin clase y esas clases no se recuperan y eso a nadie le preocupa. Hay muchas clases que se pierden porque nosotros nos enfermamos porque trabajamos más de lo que debemos, en condiciones que no son las mejores. Y se pierden muchas horas por licencia médica nuestra, que no se recuperan y a eso a nadie le preocupa”, subrayó.
“Son todas falacias”, dijo Cocchiararo. En cuanto a las vacaciones de setiembre, “son para los alumnos. Nosotros tenemos que tomar exámenes esos días. Si a nivel público se sostiene que no hay vacaciones de setiembre, tendrán algunas clases y otras no porque los exámenes los tenemos que tomar. Por otro lado, la semana de setiembre es la semana de congresos que forman parte de lo que como profesionales tenemos como perfeccionamiento. Están organizados desde el año pasado, por lo tanto no lo van a suspender. Eso de que se van a recuperar las clases es una falacia”.
También rechazó que “se vayan a extender las clases, porque el período de exámenes está fijado de manera tal que hasta el 30 de diciembre se pueden tomar exámenes. No podemos tomar exámenes en enero porque es nuestra licencia reglamentaria. Es una manera de quedar bien y de asustar a los docentes o a los chiquilines”.
Las docentes recordaron que “si no se vota este año (una mejora salarial) después hasta 2016 no hay posibilidades de modificación o incorporación de nuevas partidas”.
“Lo aprobado resulta insuficiente de acuerdo a las aspiraciones que nosotros tenemos y esa es una de las razones del conflicto”.
“La otra está vinculada con el mal manejo de la negociación que hizo el Poder Ejecutivo, que fue dilatándola, haciendo que los plazos se fueran venciendo. Y ahora está la discusión a nivel del Parlamento, del Poder Legislativo”.
“Más allá de lo que pueda pasar, es indudable que este tema se ha puesto sobre la mesa y hacía mucho tiempo que no se discutía en la vida cotidiana, incluso dentro de los centros educativos”, dijo Valeria Rodríguez.
“De esta manera, entonces, más allá de que los resultados económicos no se den como esperamos, la conciencia que ha tomado entre nuestros propios colegas es importante y es un logro”.