Paysandú, Miércoles 31 de Julio de 2013

OPINIÓN

SOLICITADA

Locales | 28 Jul Al Dr. Horacio De Los Santos; Carta abierta
al esposo y padre
Una pirámide distribuye la presión de la estructura en su base, amplia y suficiente para que ningún punto concreto deba reportar más carga que otros puntos, de tal manera que su base garantiza que la fuerza que la oprime se diluya a lo largo y ancho del soporte que la sostiene. Una pirámide invertida es todo lo contrario, sólo en un punto ejerce toda la presión y cuanto más grande la estructura, mayor presión puntual. Como suerte de galimatías, en tanto resulta incomprensible, desproporcionado y al límite de absurdo (cual pirámide invertida), soporta una carga inexplicable un esposo y padre; un hombre sencillo, de vida ordinaria, erigido como el “Berlusconi uruguayo”.
¿Acaso todos los que conocen a nuestro amado Horacio se llamaron a retiro por miedo a las consecuencias? Nadie quebró públicamente una lanza en aras de defender a un “amigo”. ¿Dónde están esos “amigos” que le conocen de toda una vida? La magnitud de los eventos no se compadece con la realidad de los hechos. Quizás algún sociólogo pueda explicar lo que ha ocurrido, porque el impacto mediático sólo puede explicarse en un marco alienado (proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición); tal es la situación.
“Si la estupidez es un delito, debo ser procesado por estupidez”. Eso dijo y eso fue. Gente de doble moral, entiendan, que es más fácil apalear al caído que enfrentar a quien ostenta la plenitud de sus dones.
Porque la “virtud” eclipsa por defecto de un momento, como si todo lo hecho cediera en la balanza de lo justo, tal que una vida de virtud, por suerte de una desatinada circunstancia, deba ceder al evento y por ende a la condena que socialmente se impone, arbitraria y desalmada.
¿Nadie ha notado la locura desatada? Nosotros sí. A Rey muerto, Rey puesto (se verá).
Error cometido, cierto; ¿delito? Sabemos que no, pero tanto se ha insistido, tantos abogados sin título han opinado y jueces sin cargo han condenado, tanta prensa ha fustigado, que la opinión pública falló: culpable. (Esperemos a ver qué dicen finalmente abogados con título y jueces con cargo).
¿Acaso no se dan cuenta que todo reporta a la cuestión política? Si fuera un tal “X” ¿tendría tanta relevancia? Obviamente que NO. Padece este esposo y padre por efecto de “intereses” la suerte que le ha tocado y soporta esta familia, el dolor profundo, difícil de transmitir (empatía) porque sólo quien lo sufre puede entender.
Como dijo Jesús de Nazaret, el Cristo Redentor en “El sermón de la montaña”: Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Soportaremos la cruz que nos toca, con la indubitable convicción de que el amor todo lo puede y sin amor, nada se puede.
Y es con ese amor que nos has tocado, que ahora decimos que te amamos y nada ni nadie puede socavar este designio: Creemos en ti.Tu familia


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