Opinion | 02 Ago Conseguir consulta para un médico especialista no es sencillo en Paysandú, y seguramente tampoco lo es en el resto del país. Ni en la salud pública ni en la privada. Hay que esperar muchas veces más de un mes.
Las razones son varias, pero en buena medida vinculadas al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y a la falta de médicos especialistas en cantidad suficiente para toda la población. Egresan pocos, pero además también incide la emigración de profesionales que buscan mejores horizontes en otros países.
Pero además, los usuarios se enfrentan a problemas a la hora de realizarse estudios complejos, pues se encuentran con que los equipos especializados solamente están disponibles en determinados centros hospitalarios de referencia a los que no siempre es sencillo acceder.
De acuerdo a las estadísticas brindadas por el Ministerio de Salud Pública, los equipos de alta complejidad se encuentran en el país de manera suficiente. Pero la situación es diferente cuando los usuarios deben acceder a ellos. Viajar desde Paysandú a Montevideo, por ejemplo, no solamente implica una importante demora en la lista de espera para realizarse el examen, sino además la necesidad de viajar y de enfrentarse a gastos adicionales, independientemente que algunos de ellos están cubiertos por el sistema.
Es más difícil acceder a la medicina de alta complejidad desde el interior (y desde el interior del interior más aun) que desde Montevideo. De eso no hay dudas.
Eso ha hecho que, especialmente desde Paysandú, se busquen otras opciones, concurriendo a sanatorios en la provincia de Entre Ríos, aprovechando la ventaja de la baja de cotización del peso argentino.
Eso no es sorprendente, pero sí lo es que los propios profesionales médicos reconozcan que es mejor seguir ese camino que esperar turno en el sistema uruguayo. Al menos, porque nunca es bueno generalizar, algunos médicos.
Ven con buenos ojos que -para obtener más rápidamente diagnósticos y poder así establecer los tratamientos necesarios con mayor celeridad- que se cubran los huecos de la asistencia sanatorial uruguaya (especialmente la demora) con consultas en Entre Ríos, e incluso los resultados son incorporados a la historia clínica.
Esto, en primer lugar, deja en evidencia las fallas de atención sanitaria en Uruguay. Pero además deja desprotegidos a quienes no tienen el dinero necesario para pagar esa atención adicional. Más allá del beneficio para algunos, hay que profundizar con políticas a mediano y largo plazo verdaderos cambios en la salud para que todos tengamos el mismo acceso cuando lo necesitemos. O de lo contrario, y puede ser una buena solución, establecer convenios con esos sanatorios entrerrianos para beneficio de todos los usuarios de la salud que vivimos en esta zona.