Paysandú, Sábado 10 de Agosto de 2013
Opinion | 10 Ago Tras casi dos décadas de intensas gestiones, los cítricos uruguayos han logrado hace pocos días el visto bueno para su ingreso al codiciado mercado de Estados Unidos, donde se pagan los mejores precios y a la vez se es altamente exigente en cuanto a la calidad de la fruta que se compra.
Puede decirse que con este acceso se abre una nueva etapa para un sector que ha estado sobreviviendo en un mar de dificultades en los últimos años, por una serie de aspectos que refieren fundamentalmente a la competitividad afectada por los altos costos de producción, que es un mal común para todos los sectores productivos por el costo país que se aplica por la deficitaria gestión del Estado, fundamentalmente.
Pero ante la buena noticia, lo que se debe hacer es seguir trabajando para maximizar las oportunidades que se abren tras tanto tiempo de planteos, y es así que es plausible que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) haya llegado a un acuerdo con los productores para que la identificación que tengan estos productos en el mercado norteamericano sea Uruguay Natural, como un agregado a nuestra producción.
En este contexto, en el marco del Programa de Apoyo a la Gestión de Comercio Exterior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo objetivo es continuar con el proceso de fortalecimiento institucional para la construcción de una “imagen país” y el mejoramiento del posicionamiento del Uruguay en el mundo, tuvo lugar un taller de marca país a cargo del Grupo de Trabajo del Proyecto Marca País de la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior.
Este taller contó con la presencia de empresarios citrícolas de Salto y Paysandú, los que se manifestaron aleccionados, naturalmente, por las perspectivas que se abren a sus complicados emprendimientos con la apertura del mercado de Estados Unidos.
Según el encargado del equipo de trabajo de Marca País y director nacional de Turismo, Benjamín Liberoff, es importante que se encare este tipo de talleres antes de que comiencen los embarques hacia el mercado norteamericano, teniendo en cuenta que desde hace siete años se trabaja en el proceso de consolidación de la denominada Marca País, que se incorporó hace ya doce años. A su juicio “esa marca con la que van a entrar los productores hoy constituye un elemento importante de diferenciación a nivel internacional”, aún teniendo en cuenta que el ministerio “ya tenía determinados parámetros básicos, en tanto Uruguay ya exporta desde hace tiempo mercados exigentes como el de la propia Unión Europea, y por lo tanto consideró que “Estados Unidos, al aceptar que los productos nuestros ingresen, significa que han verificado que las condiciones técnicas exigidas estaban en condiciones de ser cumplidas en Uruguay”.
Debe tenerse presente además que los cítricos uruguayos entrarán al mercado estadounidense con la distinción Uruguay Natural y que esa marca país implicará que la fruta será trazada desde el campo al consumidor, y la identificación del producto abarcara desde la producción al consumidor final, pasando por la planta de empaque, en una mecanismo similar al que se aplicara a la carne.
Sin dudas que esta nueva instancia para nuestros cítricos es de fundamental proyección para el presente y sobre todo el futuro de los emprendimientos cítricos, pero sería una ilusión pensar que con acceder a este mercado gran parte de los problemas se van a solucionar.
Será sí un respiro para una situación difícil, que requiere otras respuestas coincidentes, más allá de la oportunidad de la apertura, por cuanto los altos costos de producir se mantienen, y pese a una leve mejora en la relación cambiaria en las últimas semanas, los dólares siguen rindiendo poco cuando se traducen a pesos, ante los costos de producción y la inflación.
Debe tenerse presente que en los últimos años se ha acentuado la pérdida de competitividad de los cítricos uruguayos frente a los de los principales países competidores en el Hemisferio Sur, como son Chile, Perú y Sudáfrica. Lo peor es que lejos de una reversión, estamos ante un proceso sostenido, con crecientes costos de producción.
También la producción de estos países ingresa a la Unión Europea con arancel cero, mientras la fruta uruguaya lo hace pagando un arancel de 12,5 por ciento precio mayorista, pero al perderse las preferencias arancelarias pasa a pagar entre el 16 y el 17,5 por ciento, lo que quiere decir que acceder al mercado norteamericano es una “solución” para la situación del sector en el corto plazo en nuestro país, pero sin dudas que esta posibilidad no va al fondo del problema, aunque es un buen paliativo y contribuirá a dar aire a los productores para ir capeando el temporal.
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