Opinion | 06 Ago Un hecho al que por distintas situaciones no se le presta a veces la importancia que tiene pero que médicos, maestros y psicólogos saben muy bien es la relevancia que tienen en la formación de una persona sus primeros años de vida. La ciencia ha demostrado que es en esta etapa inicial donde se cimientan no sólo los rasgos de la personalidad de un ser humano, su relación con el mundo que lo rodea, sino incluso su salud futura.
Es por eso que una vez al año se conmemora en el mundo la Semana de la Lactancia Materna, como un llamado de atención a las familias, comunidades y gobiernos a apoyar a los niños lactantes y las madres que amamantan.
En este marco, desde la Policlínica de Lactancia de Comepa, una pediatra sanducera está impulsando que Paysandú lidere una iniciativa nacional de apoyo a las madres que amamantan.
“Si no hay políticas de apoyo nacionales y departamentales para lograr una maternidad exitosa, poco se puede lograr”, dijo la pediatra Adriana Risso, quien consideró que las diferencias existentes en el tratamiento a la mujer “en la etapa más importante de su vida” configuran una injusticia.
La licencia por maternidad es de 12 semanas para el sector privado y 13 para el sector público pero además las trabajadoras del sector público cuentan con la posibilidad de trabajar medio horario durante seis meses por amamantamiento, mientras que las del sector privado no cuentan con ese beneficio a pesar de la paradoja de que las maternidades y el sistema de salud en general estimula a las mujeres a amamantar a sus bebés.
El gobierno nacional y el sistema político en general poco han hecho para corregir esta injusticia. En 2010 el Ministerio de Trabajo le presentó al Ejecutivo un anteproyecto de ley con disposiciones que buscaban equiparar los derechos del sector público y privado. Sin embargo, no fue aprobado por falta de rubros o por haber priorizado otras cosas. Recientemente el tema volvió a ser motivo de discusión pero parece haber quedado en algún cajón.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas --que señaló que en Uruguay “el panorama es poco alentador” en cuanto a los beneficios que tienen los padres con hijos recién nacidos-- en este tema Uruguay está por debajo de los países mejor posicionados de la región y el mundo y no cumple ni siquiera con el mínimo exigido por la OIT en el convenio 183, que extiende el período mínimo de lactancia a 14 semanas.
No se trata de un tema menor, ya que se estima que en nuestro país el 40% de las mujeres con hijos de entre 0 y 3 años trabaja a jornada completa fuera de su hogar. Ya va siendo hora de tomar el asunto con la seriedad que amerita y, priorizarlo destinando las inversiones necesarias para un desarrollo más óptimo de las nuevas generaciones.