Rurales | 14 Ago Hablar del cordero pesado y no mencionar al ingeniero agrónomo Mario Azzarini, es indudablemente un error imperdonable. Es que este reconocido profesional –ya jubilado pero no alejado del agro-- cambió la estructura productiva de la carne ovina en el país, al impulsar su desarrollo.
Considerado el transformador de la carne ovina en Uruguay, Azzarini permitió que hoy el cordero pesado --independientemente de las razas o de las cruzas-- le haya dado una nueva propuesta a los productores.
Las primeras investigaciones desarrolladas por Azzarini en 1992 fueron realizadas cuando la lana valía U$S 3,20 y la carne ovina U$S 0,90, y la faena se conformaba por 500.000 corderos livianos de unos 10 kilos de carcasa, y 1.500.000 ovinos adultos.
Azzarini, que siempre había impulsado la encarnerada tardía y la esquila preparto, convenció oportunamente a la directiva del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) de que había que llevar adelante una encarnerada más temprana, que a su criterio “era lo mismo”, y así se fueron juntando algunos productores para producir esos cambios mientras la industria fue dando lugar para hacer esas faenas tan pequeñas, tal cual indicara hace algún tiempo el ingeniero agrónomo Gabriel Capurro, exgerente del SUL.
“Mario también debió ir en innumerables ocasiones hasta el INAC y Dicose para cambiar las clasificaciones y modificar las guías, porque esos corderos grandes eran considerados como borregos. Entonces se debió considerar como cordero a todo aquel animal de diente de leche, lo que fue un paso trascendente para seguir adelante con la idea”, dijo Capurro. Entrevistado por EL TELEGRAFO en la Agropecuaria de Salto, Azzarini manifestó que “es una gran alegría saber que sirvió para algo el trabajo que se hizo a partir de los primeros años de la década del ‘90”.
Reconociendo que aquello fue “un hito importante”, explicó que “permitió a mucha gente que estaba desilusionada y descorazonada con los problemas de la baja tremenda que tuvo el precio de la lana en esa época y como consecuencia la liquidación de stock de esos años, pudiera incertivarse nuevamente”.
“Me lo atribuyen a mí”, aclaró, “pero fue un trabajo en equipo, algo que siempre recalco porque estuve acompañado de técnicos del SUL muy valiosos”.