“Vamos a encontrarle una salida”

Locales | 14 Ago La coyuntura del precio internacional del azúcar, la no disponibilidad de flete fluvial y su variación de precios y los costos de mantenimiento del personal a la luz de los aumentos salariales, determinaron que Azucarera del Litoral S.A. (Azucarlito) pasara al Seguro por Desempleo a 18 trabajadores zafrales de sus más de 100 empleados, aunque su gerente general, Miguel Faschini, se mostró optimista respecto a la nueva zafra que comenzará en setiembre, fecha en la cual se retomará al personal.
“Estamos en una mala situación coyuntural, y hay que tomar algunas medidas”, dijo Fraschini a EL TELEGRAFO, detallando que “Azucarlito tiene 91 empleados permanentes en la fábrica, y en época de refinado (que terminó la semana pasada) se toman aproximadamente 150 personas más. De ellos, los más capacitados y formados quedan trabajando de un período a otro haciendo tareas de mantenimiento en cuadrillas especiales. Normalmente quedan unas 18 o 19 personas que tienen una continuidad importante. Pero estamos pasando por un momento de dificultad económica, y en este período de post zafra que va desde que terminamos el refinado la semana pasada hasta el inicio de la nueva zafra, unos 50 o 60 días, debemos adoptar algunas medidas de austeridad. Eso nos llevó a suspender a ese personal, que no es permanente, son esas 18 personas que se acogen al beneficio del seguro de paro, porque tienen los suficientes jornales trabajados en forma continua para obtener ese beneficio”.
Aclaró que “esas 18 personas quedan temporalmente desafectadas, las vamos a llamar al retomar la actividad, después del 20 de setiembre, con un nuevo ciclo de refinado”.

DIFICULTADES DEL FLETE
Azucarlito importa azúcar sin refinar, y el último embarque de seis mil toneladas provino de Brasil, más exactamente del puerto de Ladario, que está en el estado de Mato Grosso do Sul, sobre la orilla derecha del río Paraguay y a la altura del kilómetro 2.755 de la Ruta General de Navegación, donde el río tiene un ancho de 250 metros y una profundidad promedio de 3,5 metros. Es el último puerto de la hidrovía.
Miguel Fraschini explicó que “vamos a interrumpir los embarques de Ladario porque la situación de transporte en la hidrovía se complicó por dos motivos. Uno es la bajante del río Paraná durante el verano, que ha sido muy pronunciada estos dos últimos años y prácticamente interrumpieron los embarques de octubre a marzo, un período más largo de lo común. A eso se suma que hay una demanda creciente de bodegas de barcazas por el aumento de transporte de mineral de hierro y soja paraguaya y eso hizo subir los precios. Eso hace que sea menos competitivo para Azucarlito traer azúcar de aquella localidad”.

AHORA DESDE MÁS CERCA
Por esta razón buscaron alternativas más convenientes, y “estamos haciendo una prueba de seguir trayendo azúcar del Matto Grosso, pero desde el puerto de Concepción en Paraguay, haciendo un tránsito desde la usina en el corazón del Estado de Matto Grosso hasta la terminal, que queda casi 800 kilómetros aguas abajo de Ladario, por lo tanto más próximo a Paysandú, menor distancia y también menos restricciones de calado de las barcazas. Eso nos abre la expectativa de navegar más meses al año con un flete fluvial de menor valor”.
Ya el año pasado tuvieron problemas con el flete, que determinó también parte de los problemas económicos que hoy tiene la empresa sanducera. “El año pasado se había armado programa de embarque para todo el año, y no se pudo embarcar desde octubre hasta marzo, y el azúcar ya estaba destinada a llegar a Paysandú con un programa detalladamente armado con el proveedor”.

AZÚCAR MÁS CARA EN 2012
Sin embargo, dados los problemas del río el cronograma “no se pudo cumplir y azúcar que se había comprado el año pasado a un precio más elevado, fue procesada este año. Un azúcar más cara pero ahora con un mercado más bajo. Todo eso afecta la economía de la operación”. Resumió la situación en cuanto “compramos el azúcar el año pasado a precios más altos de lo que hoy está el mercado”.
El empresario dijo que “a esto le sumamos que en Uruguay hubo un encarecimiento de la mano de obra que se fue ajustando por convenios por encima del IPC, y luego el dólar se valoriza frente al peso. Ello llevó al encarecimiento en dólares del costo de las operaciones y el procesamiento del azúcar”.
Además, “en un mercado internacional más deprimido, entra (a Uruguay) azúcar refinada importada en forma directa a precios muy bajos. Todo eso configura una situación complicada, donde la empresa tiene que hacer la mayor economía posible, ahorrando en todos los frentes para pasar esta coyuntura”.

IMPORTACIÓN DIRECTA
En cuanto al ingreso de azúcar refinada importada, cuando la producción nacional está protegida mediante un 35% de arancel para ese producto, Fraschini dijo que “así y todo, cuando el mercado internacional está muy deprimido como ahora, el azúcar puede entrar a un costo de 500 dólares la tonelada más el 35% de arancel que lo deja en 675 dólares, que es un precio muy competitivo (menos de 14 pesos uruguayos por kilo) que nos obliga a ajustar nuestro precio de venta e intentar que no nos perfore el mercado”.
Consultado sobre si la situación no es la de hace algunos años, cuando en 2007 ingresó azúcar teóricamente para industria (sin arancel del 35%) y terminó embolsada de a kilo para el consumo interno, dijo que “desde el momento que el azúcar brasilero está barato y puede ser importada con destino a industria pero después se transfiere una parte al consumo en un momento de vulnerabilidad, el peligro de la tentación de un importador inescrupuloso es alta”.

EN EL MISMO BARCO CON ALUR
Sobre si una situación similar se daría con la azucarera Alur S.A. dijo que “claramente Alur y Azucarlito están en el mismo barco, padeciendo la misma amenaza del azúcar importado sin valor agregado nacional”.
No obstante, aclaró que esta situación “no es algo que la empresa no haya enfrentado en el pasado y que no haya logrado sobrellevar. En los 70 años de Azucarlito ha pasado más de un momento difícil y se ha encontrado la vuelta por la conducta que ha mantenido la empresa, que ha salido adelante. Y ahora somos optimistas que vamos a encontrarle una salida”.