Rurales | 17 Ago “El precio de los terneros no es excusa para no aplicar la tecnología del destete precoz”, señaló en el marco de su exposición durante la 15ª Jornada de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), realizada ante más de 1.200 personas en el salón Egeo de Paysandú, el ingeniero agrónomo Ignacio Buffa.
Para el reconocido técnico de la Federación Uruguaya de Grupos CREA (Fucrea), el precio del ternero tendría que bajar entre 44% y 46% para que la tecnología de destete precoz deje de ser rentable en un sistema de cría, tanto en el corto como en el mediano plazo.
Buffa consideró en su análisis --que vino precedido por datos muy interesantes aportados por el ingeniero agrónomo Alvaro Simeone, con quien estudió diferentes aspectos relacionados a la producción de terneros en el país-- que los criadores tendrán que ser más eficientes para atender la demanda que generará en el país la implementación del Plan de Uso y Manejo Responsable del Suelo, que obligará a los agricultores a integrar las pasturas a su sistema productivo, generando oportunidades para la ganadería y elevando la demanda por terneros. Al igual que lo indicado por varios participantes a la principal jornada referida a la ganadería que se efectúa en el país, el profesional se refirió a la importante producción de terneros que habrá en la próxima primavera, en la que por primera vez desde el año 1974 nacerán más de 2.700.000 terneros. Pero consideró al respecto que si más criadores aplicaran la tecnología, como la del destete precoz, las cifras serían todavía mejores.
En una parte de su disertación, Buffa se preguntó: “¿cuánto tiene que bajar el precio del ternero en el corto plazo para que sea indiferente aplicar la tecnología o no?”. Y demostró que el ternero pesado tendría que pasar a valer U$S 1,24 y el ternero tradicional, de 150 kilos, tendría que pasar a valer U$S 1,35.
De todas maneras, analizó que en el corto plazo esto es muy poco probable, y para ello tendrían que nacer bastante más que tres millones de terneros, o que suceda algo imprevisto y de gravedad.
La misma pregunta fue planteada para el mediano y largo plazo, y Buffa demostró que en ese caso los precios tendrían que bajar a U$S 1,29 y a U$S 1,40, respectivamente, lo que equivale a 46% y 44%. Agregó que este análisis fue elaborado evaluando sistemas con vacas flacas. En el caso de vender vacas gordas los precios deberían bajar 33% para que la tecnología no tenga un efecto económicamente positivo.