Paysandú, Martes 20 de Agosto de 2013
Locales | 18 Ago La Comisión de Constitución y Códigos de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de regulación de armas elevado por el Poder Ejecutivo, que promueve el desarme de la sociedad civil y penas de prisión para aquellos que porten armas sin tener el permiso correspondiente o tengan causas penales abiertas.
El Club de Tiro Paysandú se mostró una vez más “en contra de que salga la ley por varias razones”, dijo a EL TELEGRAFO su presidente, el teniente coronel ( r) Nelson Gianoni. “Porque en realidad busca que la población civil no tenga armas de fuego, cuando la legislación ya existente, de avanzada, regula adecuadamente el mercado de armas y su tenencia y porte”.
“La legislación está bien, cualquier arma que tengamos en nuestro poder no podemos transferirla si no tenemos la guía habilitante del Servicio de Material y Armamento del Ejército, por ejemplo”, agregó.
Enfáticamente indicó que “especialmente estamos en contra porque son los ciudadanos comunes y honestos los que registran las armas, con la actual legislación o con la que se apruebe en el futuro. Pero el delincuente no quiere, no acepta ni necesita esos trámites para acceder a un arma. La puede conseguir siempre en el mercado negro, o cuando comete delitos, o en préstamos entre delincuentes”.
Recordó que “hay otros casos, como cuando un arma se transfiere como herencia. Si proviene por ejemplo del abuelo, difícilmente esté registrada. Entonces, cuando se intenta registrarla hay que pagar una multa, porque para la ley es una falta”.
Ese tipo de armas puede incluso llegar a usarse ante una emergencia, ante la invasión de uno o más delincuentes en el hogar. Entonces – según indicaron abogados consultados por EL TELEGRAFO-- el uso en legítima defensa de un arma no registrada, se mantiene, porque el delito es enervado por una causa que rompe el nexo causal y la ley violada. Se mantiene solamente como falta, como un hecho administrativo. Esto, obviamente, cambiará si se aprueba definitivamente la nueva ley. Y habrá posibilidad de que los jueces envíen a la cárcel a quien actúe en esas condiciones.
Gianoni sostiene que “se debe actuar cuando se sienta en peligro la integridad personal o de un familiar, dentro del hogar. Actualmente los delincuentes usan mucho destornilladores o varillas afiladas para evitar precisamente el uso de armas, pues no habría correlación de fuerzas. El delincuente utiliza las leyes para él, porque sabe qué le conviene”.
Comentó también que “en el Club de Tiro hemos comentado varias veces, y lo entendemos así el poder de disuasión que significa tener un arma de fuego frente al delincuente. Este estudia todos los pasos antes de atacar a sus víctimas. No va a entrar a una casa con rejas y perros doberman sueltos; preferirá un anciano por ejemplo. Del mismo modo evitará ingresar a un hogar donde sabe que hay armas. Va a la del vecino. Por eso cumple un poder de disuasión que la nueva ley intenta eliminar”.
En tanto, “la ola de rapiñas y otros delitos violentos se agrava y aumenta, por eso tenemos el derecho a defendernos, tenemos que mantener ese derecho”. En ese sentido, recordó el presidente del Club de Tiro Paysandú que “es preferible estar declarando ante un juez y explicando por qué se usó un arma en legítima defensa que estar en el velorio de un ser querido o que nuestros seres queridos nos estén velando”.
Opina el conglomerado de deportistas de tiro sanducero que “las leyes que necesitamos son aquellas que hagan más severas las penas a quienes infringen la ley. No se mejora nada poniéndole trabas al ciudadano honesto, que usa para deporte, caza o defensa las armas. La Policía no puede con todo y que la sociedad civil tenga armas en sus hogares es ciertamente una ayuda, una colaboración al orden establecido”.
El Club de Tiro Paysandú realiza cursos de seguridad y uso responsable de armas de fuego. “Lo que buscamos es que la gente no se exponga, tome las medidas de precaución y si va a usar un arma de fuego, que sepa realmente cómo”.
La entidad sugiere para uso de la sociedad civil “revólveres calibre .38, porque es una bala que tiene poder de parada del agresor, lo que no ocurre con un .22”.
Un revólver .38 tiene un costo de entre 300 y 500 dólares, siendo las marcas más comunes en el mercado uruguayo la estadounidense Smith & Wesson, la argentina Versa y la brasileña Taurus.
“No se aconseja para principiantes o personas no acostumbradas al tiro el uso de pistolas, cuyo uso imperfecto puede llevar fácilmente a tener accidentes, que pueden provocar heridas o muertes”, concluyó Gianoni.
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