Deportes | 17 Ago El tipo más rápido del planeta clasificó a las risas. En las semifinales de los 200 metros, y ya con la presea de oro en los 100 asegurada hace unos días, el jamaiquino Usain Bolt se dio el gusto de correr al tranquito, a media máquina, sabiendo que el pasaje a la definición no corría riesgos.
Es más: mientras el resto se desesperaba para forzar las piernas a más no poder, y el sudafricano Anaso Jodobwana se relamía con un primer puesto en la serie, Bolt lo miró, intercambiaron sonrisas, y le ganó por una centésima de segundo, con un tiempo de 20.12.
Hoy, el tipo más rápido del mundo va por una nueva medalla dorada, cuando salte a la pista para disputar la final de los 200 metros del Mundial de atletismo que se desarrolla en Moscú, en el que es el centro de atracción.
¿Quiénes serán los rivales? Estarán su coterráneo Warren Weir (20.20), los estadounidenses Curtis Mitchell (19.97), Isiah Young (20.36) y el británico Adam Gemili (19.98) entre los que pretenden dar batalla, y más atrás están el jamaicano Nickel Ashmeade, el holandés Churandy Martina y el noruego Jaysuma Saidy Ndure.
Bolt, doble campeón mundial en los 200, su prueba predilecta en la que tiene el récord del mundo (19.19), va por el oro. Y si accede a lo más alto del podio se ubicará a solo una medalla del récord histórico en los Mundiales que ostenta el estadounidense Carl Lewis, que sumó 10 preseas a lo largo de su carrera. Y tiene por delante también la posta 4x100. Hasta el momento, Bolt tiene seis oros y dos platas a lo largo de sus participaciones mundialistas, sobre los ocho oros, una plata y un bronce de Lewis.