Policiales | 18 Ago Un joven fue violentamente golpeado por un malviviente al que identificó por apodo y apellido y fue amenazado por éste si daba cuenta de lo sucedido a la Policía, en la tarde de la víspera.
De acuerdo a información extraoficial, un llamado telefónico alertó a la Seccional Primera de Policía que en Benito Chaín entre Montecaseros y Zorrilla de San Martín había una persona caída y lesionada, producto de una agresión.
En virtud de que el personal y el móvil de la citada comisaría se encontraban abocados a la atención de otra emergencia, se solicitó la colaboración de Radio Patrulla, por lo que un móvil con funcionarios de esa dependencia se trasladó hasta el lugar y encontró a un joven caído, visiblemente lesionado, quien manifestó que acababa de ser víctima de una golpiza por un delincuente --al que identificó-- por un “ajuste de cuentas”, y que no denunciaría lo ocurrido ya que su agresor lo amenazó si lo hacía. Como el delito de lesiones requiere necesariamente configurarse --según el Código Penal-- “a instancia de parte”, la Policía consideró inútil continuar adelante con el procedimiento.
Peligroso malviviente
El individuo sindicado como autor de la golpiza es un delincuente, poseedor de múltiples antecedentes penales. Cuando aún era menor, fue detenido tras atacar con un machete y un rebenque a sus vecinos, por no haber sido invitado a su fiesta de cumpleaños.
Ya mayor de edad, fue procesado sin prisión tras ser capturado luego de ser intensamente buscado durante dos meses por la Policía por vender bolsas de cemento Portland hurtadas desde un galpón en construcción en la policlínica de la capilla Santa Mónica.
Posteriormente, fue encarcelado tras robar una cámara de fotos a la directora de la Escuela Nº 88 cuando la docente procedía a la entrega de las computadoras portátiles del Plan Ceibal.
Entre sus últimos delitos se encuentra otra golpiza propinada a un hombre de 55 años que iba a comprar vino a un almacén del barrio.
El hombre fue increpado por el delincuente, quien le pidió dinero y al no recibirlo, lo amenazó diciendo que lo iba “a reventar a palos”, por lo que ambos sujetos se tomaron a golpes de puño.
El mayor cayó a una cuneta y allí recibió puntapiés de varios menores de entre 10 y 13 años, sobrinos del malviviente. En esa ocasión, el individuo fue procesado por un hurto por el que estaba requerido.