Rurales | 24 Ago La cooperativa en formación Yvy Paysandú recibió días pasados la fracción Nº B1A de la colonia Dr. Horacio Ros de Oger, constituyéndose en un hecho sin precedentes en la historia de la colonización. Más allá de que la ley 11.029 contempla a los sindicatos de trabajadores como parte prioritaria de la población objetivo, esta es una de las primeras experiencias de asalariados sindicalizados transformándose en colonos en un modelo colectivo de producción. Otras adjudicaciones a asalariados se han dado en Bella Unión pero con un esquema de producción distinto.
La adjudicación en régimen de precariato contó con la presencia del presidente del INC, Andrés Berterreche, el gerente general, Enrique Dominguez, el director Julio Roquero y funcionarios de Regional Paysandú. Yvy (tierra en guaraní) es un grupo de 12 familias que se forman dentro de la Organización Sindical de Obreros Rurales (Osdor). Este es el sindicato de cosechadores de naranja que reúne a trabajadores de Paysandú y Río Negro.
En la actualidad, y luego de un largo conflicto con las empresas patronales, la mayoría de los trabajadores se encuentran recibiendo un ingreso del orden de los 3.000 pesos provenientes de un seguro de desempleo especial.
Esta fracción de 50 hectáreas se piensa explotar totalmente en forma colectiva, donde la propiedad de los medios de producción nace ya cooperativa, al igual que el trabajo y la organización cotidiana de la convivencia de las familias que desde el 16 de agosto están residiendo en el predio. En este sentido, son ocho las familias que viven en la fracción, en tanto que cuatro son de la zona de Quebracho y se trasladan en forma diaria.
Se prevé que en principio algunos de los nuevos colonos mantengan la actividad como asalariados en la zafra de la naranja y el arándano, mientras se instala eficazmente el sistema de producción. La idea es montar un sistema diversificado que incluirá lechería, suinos, horticultura a campo y protegida además de apicultura y otros rubros para autoconsumo.
El desafío es generar un emprendimiento que permita cortar la zafralidad y su repercusión en los ingresos familiares, para de esa forma encontrar un camino que sirva de ejemplo para otros núcleos de trabajadores en similar situación. Berterreche sostuvo que “el desafío es grande pero vale la pena” y se les confirmó además que al presentarse en un llamado abierto para la presentación de propuestas, el proyecto de Yvy fue elegido por ser el mejor proyecto, por lo que se les pidió compromiso y responsabilidad a fin de ser ejemplo de grupos similares.