Opinion | 31 Ago Un final positivo surgió al fin de cuentas de los serios trances que se vivieron en la Maternidad del Hospital de Paso de los Toros, donde reiteradamente se han denunciado serios problemas de atención a las embarazadas, al punto que en los últimos días varias pacientes debieron ser trasladadas a otros departamentos para dar a luz.
En las últimas horas y tras varios días de negociación, las autoridades de la salud llegaron a un acuerdo para solucionar la falta de ginecólogos de guardia en ese nosocomio, que precisamente generaba la necesidad de traslados, y por lo que una embarazada incluso viajó desde esa ciudad hasta el Hospital Policial de Montevideo, porque su hijo necesitaba ser internado en CTI y no había disponibilidad de cama en otras localidades del Interior.
Lamentablemente, estas serias falencias en el sistema público de atención apuntan más a ser la regla que la excepción, cuando las dependencias de ASSE están recibiendo más recursos que nunca a través del Sistema Nacional Integrado de Salud, y tienen menos pacientes que antes de la entrada en vigencia del sistema, porque muchos de ellos han optado por las mutualistas.
Empero, los problemas subsisten y muchos incluso se han agravado, lo que pone de relieve que más allá de los recursos que se le vuelcan, en la salud hay serios problemas de gestión, y como en toda dependencia estatal, falta coordinación y controles.
Es así que pese a los enunciados de buenos deseos de los respectivos jerarcas y del funcionariado, subsisten las dificultades para el acceso a medicamentos y también en lo que refiere a la atención por especialistas e incluso hay varios nosocomios en los que el servicio de ambulancias es decididamente malo.
Estos problemas no son nuevos, naturalmente, pero por lo pronto la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) tenía entre sus cometidos esenciales igualar el acceso a la salud, para encontrarnos con que los sectores menos favorecidos de la población, que son los que han quedado en ASSE, siguen postergados en cuanto a la calidad del servicio.
Ello da la pauta de que lo que parecía muy bueno en la teoría, ha dejado paso a una realidad muy diferente. Y en el interior del Interior, además, pese a que se ha puesto énfasis en que se mejorarían los servicios para las áreas rurales, es notorio que persisten las dificultades en el acceso a la atención médica, a lo que se agregan deficiencias en el traslado por falta de vehículos, lo que pone en evidencia que hay todavía muchos aspectos para corregir a través de una mejor gestión de los recursos que aportamos todos los uruguayos.