Opiniones

Locales | 01 Sep Las luces del Estadio Artigas
Quien sabe algo de iluminación, de rendimiento luminoso y de energía eléctrica, se habrá preguntado alguna vez: ¿Por qué jamás se le ocurrió a los responsables de las sucesivas intendencias de Paysandú, hacerle un mantenimiento a las luminarias del Estadio Artigas?
¿Es que ahí no hay nadie capaz de darse cuenta de ello? Luego de 17 años de lluvias, tormentas, granizo y vientos fuertes es más que lógico que los artefactos se encuentren desplazados del lugar original de enfoque, por lo cual se advierte que los reflectores encandilaban desde cualquier dirección, o sea que “apuntaban” hacia cualquier lado. Esto se viene notando en forma progresiva desde hace años.
Lo único que habría que haber hecho era redireccionar los artefactos según los planos del software utilizado en el momento de su montaje, trabajo para el cual, si no lo sabe hacer el personal de la IDP, se puede contratar en forma local a por lo menos cinco empresas disponibles.
Hasta el momento (desde el año 1995), sólo habían quedado fuera de servicio cuatro lámparas que se podían ver a simple vista, no quiere decir que estuviesen quemadas(pueden haberse aflojado del portalámparas), pero suponiendo que si estaban quemadas, ello representaría el 2,1% del total, lo cual nos dice que recién estaríamos en aproximadamente el 20% de la vida útil de las lámparas, ya que --si bien existen varios métodos de definir cuál es la vida útil de una lámpara-- se estima que (considerándolo de la forma más exigente) ésta se alcanza cuando se quema el 10% de las mismas.
Esto está de acuerdo con el poco uso que ha tenido el estadio desde su inauguración, la iluminación ha sido usada muy poco, aunque tenga muchos años. Este tipo de lámpara tiene una vida útil de 20.000 horas, lo que a tres horas por partido, dos por semana, nos da más de 60 años (estimación más que exagerada ya que no hay dos partidos nocturnos por semana).
La nueva iluminación no va a aportar prácticamente nada en comparación con la actual, ya que los rendimientos son muy parecidos.
“A CABALLO REGALADO
NO SE LE MIRA EL PELO”
Podríamos aplicar este refrán al aceptar el regalo de UTE (aunque el dinero sigue siendo del contribuyente), pero estamos hablando de preparar el estadio para el 2030, o sea, como suponemos que la iluminación está incluida en ese apronte, deberíamos saber que el nivel de iluminación exigido por la FIFA (para TV HD) es exactamente el triple que la actual, donde teníamos 1000 Lux (Unidad de Iluminancia) originalmente de promedio (no sabemos cuánto había en el momento del desmontaje, ni sabemos cuánto hubiera habido luego del redireccionamiento de las existentes). Pero sabemos que si bien hoy la FIFA acepta 2500 LUX, solicita 3500 LUX, con lo cual no podemos afirmar cuáles serán los valores para el 2030.
Y si no sabemos qué “lamparita” colocar y cuántas… bueno, miremos a nuestros vecinos del norte, a ver qué están colocando en Maracaná, qué colocaron los sudafricanos en el 2010 y los alemanes en el 2006 (observando también se aprende).
Y para terminar (la gota que colma el vaso), la IDP contrató sin llamado a precios locales, a una empresa de Montevideo, aparentemente porque acá no había empresas para realizar el trabajo (parece que en Montevideo tampoco).
A propósito de la nota de EL TELEGRAFO del 17 de agosto, el nivel de Iluminancia del Estadio Artigas en el momento de su inauguración en el año 1995 era del orden de los 1000 LUX, con lo cual, si se hubiesen limpiado y redireccionado los artefactos, hoy estaríamos en el orden de los 900 LUX (similar a los medidos actualmente, según la nota referida).
¿Mejora del 300%? Según palabras del intendente, se habría mejorado en un 300% la Iluminación. En ese caso, el nivel anterior tendría que haber sido del orden de los 230 LUX (nivel de Iluminancia correspondiente al anterior sistema de reflectores incandescentes del viejo Parque Artigas).

CONCLUSIÓN
Ya que UTE quería hacerle un regalo a Paysandú, debería haber dicho: “colaboren con la nueva Iluminación para el 2030 que por ahora y por muchos años más, nos alcanza con la actual y no necesita reemplazo”. Por lo menos hubiera aportado el 50% de la iluminación futura.
A propósito, ¿qué va a hacer la IDP con las lámparas retiradas? Ingeniero Emilio Goyeneche