Locales | 01 Sep En Uruguay 109.220 personas trabajan en el sector de trabajo doméstico como cuidadoras de niños en domicilio, cuidadoras de personas enfermas en domicilio o trabajadoras o trabajadores domésticos. En tanto, Paysandú y Durazno, con un 15,7% de las mujeres trabajando en este sector, son los departamentos que tienen menor cantidad de trabajadoras domésticas después de Montevideo, donde el porcentaje alcanza a un 12% de las montevideanas laboralmente activas.
El 99% de las personas empleadas en el sector son mujeres, por lo que es un sector altamente femenizado. Tomando el total de personas ocupadas en el sector, el 75% son trabajadoras domésticas y el 25% restante ciudadores de personas (niños y personas enfermas) según un informe sobre “La situación de las mujeres en el sector del trabajo doméstico en Uruguay 2012”, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Banco de Previsión Social e Inmujeres.

POR DEPARTAMENTO
Los departamentos del Norte y Noreste del país --además de Maldonado y Flores-- son los que presentan mayores porcentajes de mujeres trabajando en el sector, en tanto que Montevideo es el único que presenta este nivel por debajo del promedio: sólo un 12% de las montevideanas se encuentran ocupadas en este sector, lo que evidencia una mayor diversificación de ramas de actividad en donde están insertas las mujeres.
Detrás de Montevideo, Paysandú y Durazno con un 15,7% de mujeres empleadas en el sector cada uno, son los departamentos en los que hay menor cantidad de mujeres empleadas en el sector.
Le siguen Canelones y Río Negro (con 16,9% en ambos casos), Rocha (17,5%), Lavalleja (18,5%), Colonia (19,2%) y San José (19,3%). Con más de un 20% de mujeres empleadas en el sector están Artigas (21,6%), Salto (20,2%), Soriano (20,5%), Flores (24,2%), Florida (21,1%), Maldonado (25,5%), Treinta y Tres (21,2%), Cerro Largo (21,5%), Rivera (20,7%) y Tacuarembó (20,6%).
Las mujeres que trabajan cuidando personas enfermas en domicilio son las que tienen en promedio las jornadas laborales más extensas: el 45% trabaja más de 40 horas semanales. En cambio, las cuidadoras de niños y trabajadoras domésticas en su mayoría trabajan 30 horas semanales o menos.
Respecto a los derechos vigentes de salud de las mujeres ocupadas en el sector, en 2012 casi el 47% accedió a los servicios de ASSE-MSP, el 36% a los servicios de mutualistas y solamente un 2% declaró no tener cobertura médica. Al comparar esos datos con los de 2006, se constata una disminución del porcentaje de mujeres que se atienden en ASSE-MSP, aumentando el correspondiente a las que se atienden en mutualistas.

EDADES: ENTRE 35 y 54 AÑOS
La edad promedio de las mujeres que están empleadas en el sector del trabajo doméstico es de 44 años, característica similar a la del resto de los países de la región, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2012.
Al analizar la edad de las mujeres ocupadas en el sector por la tarea que realizan, se encuentran diferencias importantes a señalar: quienes cuidan niños en domicilio son más jóvenes (37,6% tiene entre 14 y 24 años) y el promedio de edad es 36 años. En contraposición, quienes cuidan personas enfermas en domicilio presentan un promedio de edad de 51 años y la mayoría se encuentra en el grupo de edad de entre 55 y 64 años. Por último, la mayoría de las trabajadoras domésticas se encuentra en una situación intermedia: la mayoría tienen entre 35 y 54 años, y el promedio de edad es de 45 años.
En cuanto a raza, el 89,9% de las mujeres declara ser blanca, el 7,7% afro y un 2,4% indígena. Una de cada cuatro mujeres (24,9%) que se identifica como afro, trabaja en el sector doméstico. Entre todas las mujeres ocupadas que declaran tener ascendencia ético racial indígena, una de cada cinco (18,6%) se emplea en esta rama de actividad. En cambio, entre las mujeres que declaran ascendencia blanca, la incidencia es del 15,7%.
En cuanto al perfil educativo, las mujeres empleadas en el sector de trabajo doméstico presentan bajos niveles educativos en comparación con las mujeres ocupadas en otras ramas de actividad. Casi la mitad de las trabajadoras domésticas y cuidadoras dentro de domicilio tienen Primaria como máximo nivel educativo. Cabe destacar que las mujeres que trabajan como cuidadoras de niños presentan mayores niveles educativos, en términos relativos, respecto del sector.

ACCESO A LA SEGURIDAD SOCIAL
Desde 2006 nuestro país lleva a cabo un proceso de profundización en la legislación sobre trabajo doméstico. Si bien Uruguay incorporó en 1942 a las trabajadoras domésticas a la seguridad social, recién la ley 18.065 de 2006 equiparó sus derechos a los de los restantes trabajadores. Desde entonces el sector se incorporó a los consejos de salarios y a partir de 2012 Uruguay ratificó el convenio 189 “Trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos” de la OIT.
La aprobación de este convenio junto a la Recomendación 201 de la 100ª Asamblea de la OIT establecen el reconocimiento legal del trabajo doméstico como una actividad profesional con plenos derechos. Los avances han permitido que las trabajadoras accedan al Seguro de Paro y que el Salario Mínimo Nacional del sector se sitúe por encima del mínimo nacional.
La evolución de la cantidad de trabajadoras domésticas que cotizan en la seguridad social desde 1992 a 2011 ha sido creciente, acelerándose año a año a partir de la promulgación de la referida ley. En los últimos años se observa un aumento de los seguros de enfermedad y desempleo en el sector, lo cual representa un avance sin precedentes. De 2006 a 2011 se constató que no ha variado --y se mantiene en bajos niveles-- la cantidad de mujeres que trabajan en el sector que usufructúan el seguro por maternidad.
El sector ha tenido un impacto positivo en cuanto al acceso a jubilaciones, ya que producto de la ley 18.395 de “Beneficios Jubilatorios flexibilización de las condiciones de acceso” (donde se reduce de 35 a 30 los años de trabajo exigidos y reconoce a las mujeres un año de trabajo por hijo), es el sector que más ha aumentado la cantidad de personas jubiladas pasando de 29.820 a 38.128 en 2011.
Según los registros administrativos del BPS, mientras que el no registro en la seguridad social es del 18,7% del total de los ocupados, en el sector del trabajo doméstico sería del 55%. No obstante, cabe enfatizar que en los últimos años esta proporción ha venido mejorando notoriamente, aunque se mantiene por encima del promedio de los ocupados del país.
“Estos datos permiten plantear que ha habido un avance en términos de incorporación al mercado formal de quienes se emplean en el sector. No obstante, es claro que aún existe déficit de trabajo decente en el sector, dada la existencia de una brecha entre los derechos consagrados y su ejercicio objetivo”, concluye el informe.