Opinion | 05 Sep Aunque todavía está en pleno desarrollo la colocación de la presente zafra de cítricos, es notorio que la mirada y la atención de las empresas del sector está centrada fundamentalmente en lo que ocurrirá el próximo año, cuando efectivamente puedan concretarse negocios de monto para colocar la fruta en los Estados Unidos.
Es que tras casi dos décadas de infructuosas y dilatadas gestiones, los cítricos uruguayos han logrado hace pocos meses el visto bueno para su ingreso al codiciado mercado de Estados Unidos, donde se pagan los mejores precios, pero a la vez se es altamente exigente en cuanto a la calidad y estatus sanitario de la fruta que se compra.
Puede decirse que con este acceso se abre una nueva etapa para un sector que ha estado tratando de sobrevivir en medio de dificultades en los últimos años, por una serie de aspectos que refieren fundamentalmente a la competitividad afectada por los altos costos de producción, que es un mal común para todos los sectores productivos debido al costo país.
Ante este escenario, se ha seguido trabajando para maximizar las oportunidades que se abren tras tanto tiempo de planteos, y es así que es plausible que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) haya llegado a un acuerdo con los productores para que estos productos en el mercado norteamericano lleven la identificación “Uruguay Natural”, como un agregado a nuestra producción.
En este contexto, en el marco del Programa de Apoyo a la Gestión de Comercio Exterior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo objetivo es continuar con el proceso de fortalecimiento institucional para la construcción de una “imagen país” y el mejoramiento del posicionamiento del Uruguay en el mundo, ya se ha concretado un taller de marca país a cargo del Grupo de Trabajo del Proyecto Marca País de la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior.
Este taller contó con la presencia de empresarios citrícolas de los departamentos de Salto y Paysandú, los que se manifestaron optimistas por las perspectivas que se abre a sus emprendimientos con la apertura del mercado de Estados Unidos. Debe tenerse presente que los cítricos uruguayos entrarán al mercado estadounidense con la distinción Uruguay Natural y que esa marca país implicará que la fruta será tratada desde el campo al consumidor. La identificación del producto abarcará por lo tanto desde la producción al consumidor final, pasando por la planta de empaque, en un mecanismo similar al que se aplica con la carne.
Asimismo, en los próximos días se daría la aprobación definitiva al denominado Work Plan citrícola, que se presentó desde el Poder Ejecutivo a las autoridades sanitarias de Estados Unidos, que es el último requisito para que se concreten las primeras exportaciones hacia ese mercado.
El plan de ventas contempla una serie de aspectos del proceso productivo e industrial, tales como exigencias fitosanitarias por las entidades estadounidenses, además de una adecuación de las plantas de empaque locales y el seguimiento en el proceso de cosecha.
De acuerdo a los técnicos, lo que se practica es una suerte de trazabilidad fitosanitaria, es decir saber qué es lo que pasa con los cítricos desde que comienza su proceso productivo hasta que se exportan, y uno de los aspectos sobre los que hace mayor hincapié es en los controles sobre la mosca de la fruta. En este contexto se tiene en cuenta el proceso cuarentenario de frío necesario para asegurarse que no lleguen larvas de este insecto al mercado de destino.
Sin dudas que esta nueva perspectiva para nuestros cítricos es de fundamental proyección para el presente y sobre todo el futuro de los emprendimientos cítricos, pero sería una ilusión creer que solo con acceder a este mercado los problemas del sector se van a solucionar mágicamente, sino que es preciso instrumentar otras medidas complementarias, más allá de la oportunidad de la apertura, por cuanto los altos costos de producir se mantienen, pese a la mejora en la relación cambiaria registrada en las últimas semanas.
Debe tenerse presente que en el caso de la Unión Europea, la producción de países competidores ingresa con arancel cero, mientras la fruta uruguaya al perder las preferencias arancelarias pasa a pagar entre el 16 y el 17,5 por ciento.
Quiere decir que acceder al mercado norteamericano es una salida para la situación del sector en el corto plazo en nuestro país, pero esta posibilidad no va al fondo del problema, aunque es un buen paliativo para pararse con otro perfil ante nuevos desafíos, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta como venía la mano.