Policiales | 06 Sep Un sanducero de de iniciales J.E.P.B., su padre y otro familiar suyo están entre los 18 procesados ayer por la jueza Letrada de Primera Instancia en lo Penal Especializado en Crimen Organizado de Segundo Turno, Adriana De los Santos, al establecerse que el primero de ellos lideraba el grupo logístico de salida del país de los ciudadanos chinos traficados por una red nacional desarticulada por Interpol Uruguay con la colaboración de las jefaturas de cinco departamentos.
Luego de que el año pasado fuera desbaratada en Fray Bentos una banda liderada por el ciudadano chino H.D., no se detectaron otros ingresos o egresos ilegales de ciudadanos asiáticos hasta que, meses atrás, se determinó que el jefe de la organización delictiva había retomado su actividad en Paysandú, por lo que personal de la Dirección de Investigaciones inició una pesquisa.

ESCUCHAS TELEFÓNICAS
La jueza Karen Ramos autorizó escuchas telefónicas a J.P.L. y V.P.; primeros relacionados con la investigación llevada a cabo en Fray Bentos. Del análisis de las escuchas, surgió que el hijo de J.P.L., J.E.P.B. era quien lideraba el grupo logístico de salida del país de los ciudadanos chinos. Se intervino entonces su teléfono, el de su novia P.M., y luego el de los lancheros C. y L.A.
A través de las nuevas escuchas se determinó que el sanducero J.E.P.B., junto a los ciudadanos argentinos W.A. y H.D. coordinaban el ingreso de ciudadanos chinos a Uruguay y su egreso a Argentina. Los asiáticos ingresaban desde Montevideo y desde Rivera-- Santa Ana do Livramento (Brasil).

BRASIL, PAYSANDÚ Y ARGENTINA
Cuando lo hacían por Rivera contaban con la colaboración en principio de C.M.B., pero al estar detenido por la Policía Militar brasileña, obtuvieron los servicios de E.E.S. Ambos operaban como “punteros” --denominación que se atribuye a una modalidad comúnmente aplicada por los criminales y que consiste en verificar la ausencia de controles policiales-- cuando los trasladaban desde Santa Ana do Livramento a Rivera y desde allí a Paysandú, donde los dejaban en la casa de J.E.P.B. o en la de su padre, J.P.L.
Después coordinaban con los lancheros C. --del cual no se obtuvieron mayores datos-- y L., quienes cruzaban ilegalmente a los chinos por el río Uruguay hacia Argentina. Allí se los entregaban a W. A. o a P. B., quienes los levantaban del lado argentino en la estación de servicio de la ciudad de Colón, y los trasladaban a Buenos Aires.
La intervención telefónica permitió establecer que los ciudadanos chinos H.Y. (18), W.C. (26), W.Q. (22), L.Y. (23), L.Z. (63) y L.A. (44), iban a ser ingresados clandestinamente a la República Argentina a última hora del 3 de setiembre, en un taxi Toyota de color gris, conducido por G. M. Q. (ciudadano argentino, de 52 años). En ese momento se disparó el procedimiento coordinado con la detención simultánea de los implicados en distintas partes del país.

SE DISPARA OPERATIVO
El taxista detenido admitió que recogió a los ciudadanos chinos en el Hotel “El Puente”, en la zona de Termas de Daymán, por orden del jefe de la organización, H.D. Debía llevarlos antes de llegar a Migración, bajarlos del automóvil y guiarlos por un camino aledaño, en tanto él cruzaba normalmente y levantaba a los ilegales del otro lado del Puente, ya en territorio argentino, retomando todos juntos el viaje hacia Concordia, desde donde usualmente los parientes de las víctimas, que ya se encuentran en Argentina, se comunicaban para decirle a qué destino debía sacarles los pasajes, generalmente Buenos Aires o Rosario. El taxista añadió que hace un año y medio que realiza esta tarea, con un promedio de siete a ocho viajes efectuados, por los cuales recibía desde U$S 500 a U$S 1.500 por vehículo utilizado.

SANDUCERO “BESTIAL”
Agrega que también conoce al sanducero J.E.P.B., quien se dedicaba a la misma actividad ilícita.
En una oportunidad, luego de que cruzó cinco ciudadanos chinos, J.E.P.B. los esperó del lado argentino e hizo ingresar a los asiáticos a una camioneta con cúpula bajita para luego hacerlos acostar en la caja y arrojarles sus bolsos encima; lo que le pareció “bestial” y así se lo recriminó.
Como resultado del procedimiento, un total de 36 personas declararon hasta las 23 de la víspera ante la jueza Adriana De los Santos, quien dispuso el procesamiento de 18 personas --entre ellos los sanduceros J.E.P.B., su padre J.P.L, y su familiar V.H.P.-- por un delito continuado de tráfico ilícito de personas.